Los grupos parlamentarios podrán trabajar a partir de entonces con Facenda para decidir el reparto de las partidas en cada área y aprobar los Presupostos en octubre, garantizando que las cuentas entren en vigor el 1 de enero.
En el consejo se anunció también que el déficit permitido para el 2023 pasará del 0,1 % al 0,3 del PIB, un incremento que, según Corgos, entraba ya en los cálculos de la Xunta.