El Gobierno baja la nota de corte del mir para poder formar a más médicos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

GALICIA

Acto despedida médicos mir en el hospital de Oza de A Coruña en el 2021
Acto despedida médicos mir en el hospital de Oza de A Coruña en el 2021 ANGEL MANSO

Sanidade ve insuficiente la medida y pide que haya más plazas de familia

26 jul 2022 . Actualizado a las 20:35 h.

«Traballamos para que o número de prazas sexa algo excepcional dado o déficit que temos en medicina familiar e comunitaria». Julio García Comesaña, conselleiro de Sanidade, insiste en que Galicia necesita incrementar los puestos de médicos internos residentes de familia para abordar las jubilaciones masivas que habrá en la comunidad y que no se pueden cubrir «pola ausencia de médicos para contratar». Pero las competencias en formación sanitaria especializada pertenecen al Ministerio de Sanidad y la Consellería lamenta que el Gobierno central no tome las medidas suficientes para ampliar la formación de los futuros médicos. 

Este año, agravando la situación de la medicina de familia, quedaron en España 200 plazas de formación desiertas. Tras un segundo intento para que se cubriesen con médicos extracomunitarios, siguieron quedando 93 vacantes, seis de ellas en Galicia, en concreto en Lugo. Los motivos de que haya vacantes son varios, para los responsables de los servicios sanitarios, y uno es que se imponga una nota de corte en el examen mir. El ministerio ha decidido bajarla, por lo tanto, para el 2023. Hasta ahora los alumnos deben obtener al menos el 35 % de la puntuación de la media de las diez mejores calificaciones, y a partir de ahora será el 25 %. Para el conselleiro de Sanidade esto es insuficiente: «Hoxe [por el martes] volvemos a insistir en que isto se revise, e baixala máis se é preciso». Además, se necesitan otras medidas, apunta Julio García Comesaña, como aprovechar la orden de la convocatoria para corregir ineficiencias como las renuncias a las plazas una vez asignadas o plantear que se hagan antes los exámenes. 

Galicia tiene necesidad de médicos de familia y así lo defendió el conselleiro de Sanidade. También las medidas que ha ido adoptando el Sergas. El 8,4 % de todas las plazas mir de medicina de familia están en Galicia, apuntó, pese a que la población de la comunidad no llega al 6 % estatal. El Sergas oferta el mismo número que Valencia, cuando esta comunidad duplica en población a la gallega.

207 para familia

Para la convocatoria 2022/2023 el ministerio oferta 11.112 plazas de formación sanitaria especializada para médicos, enfermeros, biólogos o farmacéuticos, entre otras. Es un 5 % más que el año anterior, con 486 nuevos puestos, la mayoría, 323, para médicos. En el caso de Galicia, el número asciende a 620, un 14,22 % más que en la convocatoria anterior. El mayor aumento está en la atención primaria (71 más), y de las 89 nuevas plazas de medicina de familia que se han incrementado en todo el sistema nacional de salud 65 son de Galicia. En concreto, los graduados que elijan familia tendrán en la comunidad 207 plazas a las que optar frente a las 142 del año anterior. 

Flexibilidad

La Xunta ha pedido al Ministerio de Sanidad criterios flexibles para aumentar las plazas mir en el caso de que se acrediten nuevas unidades docentes de cara al 2023. Hace un año que la Consellería envió al Gobierno una veintena de medidas para flexibilizar y mejorar la acreditación de unidades docentes, que permita formar a residentes de familia en más centros de salud, y que más facultativos puedan ser tutores. Sin embargo, en la reunión de ayer, critica la Xunta, el ministerio volvió a rechazar la posibilidad de seguir ampliando la oferta de plazas docentes en la próxima convocatoria.

La Xunta quiere que los residentes tengan más competencias en su formación

Que Galicia necesita médicos de familia con urgencia es evidente. La Xunta tiene enormes dificultades para cubrir este verano ya no solo las vacantes de los centros de salud, sino incluso las de los PAC, las urgencias extrahospitalarias. Por eso pide que los residentes de familia vayan adquiriendo más competencias a lo largo de los cuatro años de formación sin tener que esperar al final de la especialización, tal y como ocurre con los residentes de hospital. Quizás por eso el Sergas decidió que los residentes de cuarto curso hagan guardias en PAC, por ejemplo, del área sanitaria de Pontevedra, en donde más del 50 % de los médicos no están disponibles. La sociedad científica de atención primaria Agamfec criticó que se utilice a médicos en formación para estas guardias, pero García Comesaña insiste en que las guardias no se hacen en solitario, sino que siempre hay un facultativo acompañando, como en los hospitales.