El nuevo desvío de Pedrafita no acorta ni un kilómetro de trayecto por la N-VI
GALICIA
El tráfico seguirá circulando por el centro del pueblo, pero ya no habrá restricciones en el tramo de la A-6 previo al desvío
20 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.A las once de la mañana de hoy se abre al tráfico la nueva opción elegida por el Ministerio de Transportes para tratar de agilizar la circulación en el entorno de Pedrafita, muy afectado desde que hace más de un mes se vino abajo parte del viaducto de la A-6 a su paso por el lugar de O Castro. Contrariamente a lo que se había anunciado, este nuevo desvío no acorta el trayecto de cuatro kilómetros que hay que recorrer por la carretera N-VI para evitar el viaducto colapsado. La novedad es que se eliminan las limitaciones que había en un tramo de unos seis kilómetros previo al desvío hacia la N-VI. Hasta hoy se circulaba por ese tramo de autovía en doble sentido por una sola plataforma, lo que impedía adelantar y obligaba a circular a una velocidad limitada. Por eso se anuncia que desde hoy habrá una reducción, a menos de la mitad, de los tiempos de paso, que en el peor de los casos serán de cinco o seis minutos de duración, según las estimaciones del Ministerio de Transportes. Así se lo explicó ayer el director general de Carreteras, Javier Herrero, a los responsables de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, y de Carreteras de la Junta de Castilla y León, Jesús Félix Puerta.
Este nuevo desvío no es, ni mucho menos, el que reclamaba Galicia. De hecho, tras conocer los detalles del proyecto, la Xunta advierte que estará alerta para comprobar la eficacia de la medida, que considera como «unha actuación de mínimos que non acurta a circulación pola N-VI nin polo núcleo de Pedrafita, xa que só consiste en permitir o tránsito por ambas calzadas da autovía durante un treito en vez de por unha soa».
Las dudas del Gobierno gallego no se refieren solo al desvío que entrará hoy en servicio, sino que se extienden también a la solución elegida por el Ministerio de Transportes como opción más completa para los problemas de tráfico mientras siga cerrada la autovía en el tramo del viaducto colapsado. Esa solución necesita de unos trabajos de mayor complejidad y se espera que esté operativa en otoño. Lo cierto es que sobre esa solución también hay críticas desde Galicia porque solo evita el paso por la travesía de Pedrafita para el tráfico que circula en sentido Madrid, mientras que los vehículos que entran en Galicia tendrán que seguir circulando por el medio del pueblo, con los problemas que eso origina de molestias para los vecinos de la localidad y para la seguridad vial en general.
Aprovechar los túneles de la A-6
El futuro desvío, que según las previsiones estará terminado después del verano, utilizará lo que Transportes denomina un rotador, que es un tramo que aprovecha los túneles de Pedrafita de la autovía A-6 para su uso por los vehículos que circulan hacia Madrid y que mediante un nuevo enlace girarán hacia el interior de Pedrafita y tendrán que conectar con la N-VI, aunque sin pasar por la travesía ni entrar en el pueblo. La circulación que sale de Galicia se cruzará después de una rotonda con la que procede de la Meseta, que tendrá que continuar por la carretera y sí tendrá que entrar en el centro del pueblo, como sucede ahora. En un principio estaba previsto que el tráfico en sentido Galicia tampoco pasase por el centro del pueblo, pero finalmente parece que pesaron más las condiciones de seguridad vial en la decisión de evitar que los dos sentidos de circulación se cruzasen en un tramo de carretera convencional, según fuentes del ministerio. De todas formas, la opción del otoño aún no está totalmente definida, indican las mismas fuentes.
La solución está siendo diseñada por los técnicos del Ministerio de Transportes en coordinación con la Dirección General de Tráfico y con la Guardia Civil. Con esa solución se reduciría a la mitad la intensidad media diaria actual, que es de cinco mil vehículos diarios, que aumenta a seis mil en período estival y con un 30 % de tráfico pesado. Con esa propuesta, la travesía de Pedrafita recibiría solo el tráfico general de entrada en Galicia. El viernes volverán a reunirse los técnicos de Transportes y de la Xunta para analizar más alternativas y Galicia volverá a plantear su propuesta, que evita el centro de Pedrafita para los dos sentidos de circulación.
Sea cual sea la opción finalmente elegida, lo cierto es que tendrá que ir acompañada de un plan de circulación para los meses más duros del invierno en una zona con meteorología muy adversa. En este momento se está diseñando un protocolo especial de vialidad invernal en el desvío de Pedrafita que será coordinado con las delegaciones del Gobierno de Galicia y de Castilla y León, así como con la DGT y con la Guardia Civil de Tráfico de ambas comunidades autónomas.
Transportes especiales
En la reunión de ayer, el director general de Carreteras dio a conocer también el plan de desvíos y las rutas alternativas previstas para permitir el paso de los vehículos de transportes especiales que hasta el derrumbe del viaducto venían utilizando la autovía A-6 a su paso por Pedrafita y que por sus grandes dimensiones no pueden circular por los tramos actuales.
El representante del ministerio indicó que una posible solución para muchos de los transportes especiales en este momento es circular a través de la A-6 hasta Benavente y allí desviarse hacia las autovías A-52 y AG-53, y posteriormente las autopistas AP-53 y AP-9 hasta llegar a Ferrol, donde tienen el puerto de destino. Desde Transportes señalan que la utilización de esa ruta alternativa, en la que los vehículos tienen que dar un amplio rodeo, implicaría la necesidad de pasar por el enlace orbital de Santiago. La circulación por ese punto se efectuaría en tramos horarios determinados.