Los dos grandes incendios siguen sin control y destruyen 85 casas en O Courel y Valdeorras

m. Varela / m. Vázquez REDACCIÓN, OURENSE / LA VOZ

GALICIA

ALEJANDRO CAMBA

Más de 1.400 personas han sido desalojadas y se han quemado ya más de 20.000 hectáreas

20 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación empeora un día más en los siete fuegos activos que consumen ya más de 20.000 hectáreas de terreno, unas 85 casas e incluso núcleos de población. Una superficie arrasada desde el jueves enorme, que en menos de una semana es mayor que todo el monte quemado en los últimos dos años juntos. Para ello fueron necesarios más de 2.500 incendios frente a los 55 registrados desde la tormenta del jueves que originó la mayoría de focos que siguen propagándose a gran velocidad aprovechando la sequedad del terreno, el viento y las altas temperaturas, que este martes bajaron sensiblemente para volver a aumentar hoy.

Los dos fuegos más importantes por extensión, en O Courel y Valdeorras, son también los que mayor preocupación suscitan por su proximidad a las casas, además de los que entraron en Oímbra, en la comarca de Verín, desde Portugal. El originado en la parroquia de Riodolas, en Carballeda de Valdeorras, sigue siendo el más grande tras calcinar medio centenar de viviendas y 7.500 hectáreas de terreno en la comarca, entrando en el concello de O Barco y creciendo a ambos márgenes del río Sil y en el Parque Natural Serra da Enciña da Lastra.

Este fuego llegó a estabilizarse el domingo, tras quemar 1.100 hectáreas, pero el fuerte viento, que viró de sentido, reactivó las llamas y obligó a activar la situación 2 por aproximarse a varios núcleos. Incluso entró en la provincia de León, donde tuvieron que ser desalojados los vecinos de Salas de la Ribera y San Pedro de Trones, en el municipio de Puente de Domingo Flórez. Al cierre de esta edición, el recuento de hectáreas quemadas era similar que al mediodía.

En O Courel se expande también el que afecta a Folgoso y A Pobra do Brollón, que tras la unión de cuatro focos diferentes afecta por ahora a 5.500 hectáreas. Muy próximo, el que arrasó 1.100 en la parroquia de Gamiz, que según las imágenes de satélite del servicio europeo Copernicus ya se ha fusionado con el anterior y sumaría 6.600 hectáreas arrasadas. Ambos están en situación 2 por su proximidad al propio Gamiz y a los núcleos de Parada dos Montes y Carballal, en Folgoso; y a Busto, en A Pobra.

El tercer incendio forestal con más superficie afectada se mantiene activo en Vilariño de Conso, en el Parque Natural de O Invernadeiro, donde se extiende por 3.000 hectáreas de monte.

Tensión en Oímbra

Los tres fuegos que entraron en Oímbra desde Portugal y que afectaron a las localidades de San Cibrao, Rabal y Videferre han arrasado 1.500 hectáreas de monte. A primera hora de ayer, no amenazaban a zonas habitadas. Así lo confirmaba la alcaldesa, Ana Villarino, que aseguró que habían sido muchos los vecinos que pasaron la noche sin dormir, echando una mano para proteger sus pueblos. «Houbo moita colaboración veciñal para loitar contra o lume», aseguraba la regidora, que advertía que las llamas llegaron a estar muy cerca de las viviendas por lo que se vivieron momentos de tensión. «Agora xa está fóra da poboación e por sorte non se queimou ningunha vivenda», confirmaba durante la mañana. «Costou moito traballo que o lume non chegara ás casas», remataba la regidora.

Aunque Medio Rural había desactivado en un primer momento la situación 2 (decretada en dos parroquias en la tarde del lunes por la proximidad de las llamas a zonas habitadas, a las ocho de la tarde se volvía a tomar esta medida preventiva en Rabal, por la proximidad del fuego al núcleo de Feces de Cima, en el vecino concello de Verín.

«Os veciños víronse agoniados con tanto fume, foi moita xente ata alí para botar unha man», contaba Modesto Martínez, propietario de un bar en Oímbra, a dos kilómetros del núcleo de San Cibrao, que asegura que todos en el ayuntamiento han vivido horas de mucha angustia e impotencia. «Foi un gran susto», admitía el vecino, que apuntaba al viento que llevó el humo a las aldeas.

Efectivos

Según datos de Medio Rural, en Valdeorras participan en la extinción 107 brigadas, 51 motobombas, 12 aviones y 13 helicópteros, además de profesionales de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Hay 56 agentes forestales, apoyados por nueve técnicos. Los dos grandes incendios de O Courel suman entre ambos más de 200 brigadas, 111 motobombas, 127 agentes y 16 técnicos. Además de los militares de la UME hay 26 aviones y 32 helicópteros.

El pasado viernes se desplegó en Carballeda un avión anfibio de la UME con capacidad para 5.500 litros de agua y dos aeronaves de carga en tierra, que pueden transportar cada una 3.100 litros.

Vecinos de San Cibrao, en Oímbra, se sumaron al trabajo contra el fuego.
Vecinos de San Cibrao, en Oímbra, se sumaron al trabajo contra el fuego. ALEJANDRO CAMBA

Regreso a casa

La oleada de incendios obligó a desalojar de sus viviendas a 1.400 personas desde el jueves. Algunas han podido regresar ya a ellas. En O Courel, los vecinos de una veintena de núcleos regresaron a sus aldeas con seguridad. Allí, 900 vecinos de 60 núcleos diferentes de población fueron desalojados. En Valdeorras se evacuó a medio millar de residentes en cerca de 20 aldeas desde entonces, aunque muchos, según informa Medio Rural, ya han regresado a sus casas.