La Xunta urge al Gobierno para hacer en verano el vial que evite Pedrafita

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

AINHOA GARCIA

Advierte que en otoño las obras se complicarían debido al mal tiempo

13 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El esfuerzo técnico y la rapidez en la toma de decisiones es crucial, «ya que se debe aprovechar el verano para ejecutar una solución provisional que permita la circulación de transportes especiales y evite la travesía de Pedrafita». Esta es la petición urgente que plantea la Xunta al Gobierno para decidir, y ejecutar cuanto antes, una solución provisional para aliviar el tráfico que se concentra en la travesía de Pedrafita desde el 7 de junio, cuando se produjo el primer derrumbe en el viaducto de la A-6 y la conexión norte de Galicia con la Meseta por autovía quedó cortada en ambos sentidos. La urgencia que expone el Gobierno gallego se basa en la dificultad que supone acometer una obra de esas características en una zona como la de Pedrafita, donde son habituales las inclemencias meteorológicas una vez pasados los meses de verano. «Entrar en otoño equivaldría a dificultar la obra enormemente por el empeoramiento de las condiciones meteorológicas», advierten desde la Xunta.

Esa urgencia es también la que ha llevado a la Consellería de Infraestruturas a elaborar y remitir al Ministerio de Transportes una propuesta «que sería la óptima» mientras permanezca cerrada la circulación por la A-6, algo que no parece que vaya a tener un arreglo rápido. La solución presentada por la Xunta permitiría «enlazar de modo sencillo para el tráfico la carretera N-VI con la A-6 antes de los túneles de Pedrafita».

Desde el ministerio rechazaron el primer planteamiento de la Xunta al considerar un problema la altura de los taludes. Por eso, desde la consellería se realizó un nuevo mapa (que ilustra esta información) «que afina y ajusta» la primera alternativa, tanto en su trazado de planta como de alzado, lo que permite reducir al mínimo la altura de los taludes».

Este nuevo proyecto propone la construcción de un vial que evitaría el paso por la travesía de Pedrafita. Se trata de un tramo de unos 200 metros de largo que, según la Xunta, podría construirse en un plazo muy corto, de solo dos meses. El coste, calcula la Administración autonómica, sería de 1,2 millones de euros.

La decisión final sobre la solución provisional elegida tendrá que tomarla el Ministerio de Transportes, que muy probablemente comunicará su propuesta a la Xunta a principios de la próxima semana.

Todo el tráfico se canaliza por la N-VI desde que el viaducto de la A-6 se vino abajo

Hace poco más de un mes que se produjo el primer derrumbe en el viaducto de la A-6, en el lugar de O Castro. Desde ese momento quedó cortada la conexión norte por autovía entre Galicia y la Meseta y la circulación en los dos sentidos fue desviada hacia la carretera N-VI. Según la Xunta, son 10.000 los vehículos que desde principios de junio pasan cada día por la travesía de Pedrafita, con lo que supone de mayor riesgo para la seguridad vial y mayores complicaciones tanto para los automovilistas como para los vecinos de ese municipio de la montaña lucense. Esos problemas se incrementan en las horas punta y, especialmente, en las operaciones salida de verano, cuando se producen desplazamientos masivos con salida o destino en Galicia por esta vía de comunicación.

Los transportes especiales

Desde que se cerró la autovía en los dos sentidos se cortó también el paso a los camiones de transportes especiales, como los que transportan grandes palas y otro tipo de componentes eólicos que tienen como destino el puerto de Ferrol y que ahora tienen que dar grandes rodeos utilizando la A-52, la autovía del sur para completar el trayecto. Desde el Gobierno gallego sostienen que la falta de una alternativa viable para la circulación de ese tipo de vehículos supone un gran impacto económico a las empresas que realizan ese tipo de transportes.

Entre otras cosas, dicen en la Xunta, en la situación actual se ponen en peligro alrededor de cuatro mil empleos, además de existir un cierto riesgo de deslocalización.