Entre esas «otras cosas» están sus grandes pasiones, como la música, la lectura o la escritura, pero lo que más le gusta es dedicar tiempo a las personas. Por un lado, sus amigos, con los que ahora puede compartir reencuentros y «sobremesas prolongadas». Pero, sobre todo, disfruta de estar con sus nietos: tiene 8 con los que le encanta pasar todo el tiempo que, reconoce, le hubiese gustado dedicar a sus 3 hijos: «Con ellos trabajo casi más que antes», bromea.
El deporte también ocupó —y ocupa— buena parte de sus horas, tanto de trabajo como de ocio. En lo profesional, su carrera estuvo ligada al Pontevedra. Comenzó trabajando como médico del equipo, después asumió la presidencia y, años más tarde, escribió un libro sobre la historia del club. Pero en su casa el deporte «es casi una tradición familiar» y todos sus descendientes son deportistas. Él mismo practicó varias disciplinas: ciclismo, tenis, deportes náuticos,… y ahora se dedica, sobre todo, al piragüismo y a caminar.