La organización empresarial gallega dice sentirse «enormemente preocupada por la situación que están sufriendo los empresarios gallegos derivada del derrumbe y que, una vez más, compromete seriamente la actividad empresarial, especialmente en sectores tan vitales como el logístico o el de energías renovables». En Galicia, el delegado del Gobierno, José Miñones, dijo esta semana que confiaba en que se abra a lo largo del verano.
En este sentido, solicita también al Gobierno información precisa sobre la situación real de la infraestructura dañada, posibles soluciones y un cronograma de actuaciones a desarrollar.