Móvil por la noche, fatiga y peor rendimiento en el aula por el día

b. casal REDACCIÓN

GALICIA

Imagen de archivo de unas niñas utilizando unos teléfonos móviles
Imagen de archivo de unas niñas utilizando unos teléfonos móviles CARMELA QUEIJEIRO

Un estudio de la Universidade da Coruña advierte problemas escolares debido a la somnolencia, a veces motivada por un uso excesivo de dispositivos electrónicos

13 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La hora de acostarse puede influir, y mucho, en la vida académica de los jóvenes. Calidad y cantidad de sueño son fundamentales para concentrarse, pero muchas de las horas de descanso se gastan frente al móvil. Dos investigadoras de la Universidade da Coruña, Teresa Juana García Real y Luisa Losada Puente, han publicado recientemente un estudio titulado Relación entre sueño, dispositivos tecnológicos y rendimiento académico en adolescentes de Galicia. En sus conclusiones, sobre una muestra de 53 estudiantes de un mismo centro, observan una relación de la somnolencia de los adolescentes con una desconexión tardía de dispositivos electrónicos y una menor duración del sueño.

«Es el segundo estudio que hacemos de este tipo y vemos que la somnolencia es el problema de sueño que más se percibe entre adolescentes de 13 a 16 años. Eso nos preocupa porque el estudiante va en malas condiciones para el aprendizaje», explica García Real, cuyo estudio refleja que un 66 % de los participantes utilizan dispositivos tecnológicos durante más de tres horas al día. En cuanto a la última hora de conexión, en los de 13 y 14 años es a las 23 horas, mientras que en los de 15 y 16 es a las 23.26.

«Sen chegar á adicción, si que se detecta un uso excesivo do móbil nos adolescentes. Cando chegan ao instituto aínda veñen da primaria e hai máis control, pero logo xa se lles dá unha certa autonomía que non sempre vai acompañada da madurez suficiente», explica Ana María Ulloa, orientadora y vicepresidenta de la sección de Psicoloxía Educativa del Colexio de Psicoloxía de Galicia.

«O uso do móbil antes de durmir afecta ao sono porque o teu cerebro está activo, cando o mellor para inducir o sono é a tranquilidade», añade Ulloa, quien refiere otro problema importante: la luz de las pantallas. «Tamén inflúe porque interfire na produción da melanina, que é unha hormona que favorece a indución do sono», anota sobre los efectos de la luz, algo que también señalan las investigadoras en su estudio.

Bienestar y socialización

Esa relación entre móvil y sueño no solo afecta al rendimiento académico. Según la investigación llevada a cabo por las dos expertas universitarias, «aquellos jóvenes con mayor somnolencia son los que sienten que tienen menor nivel de bienestar con sus compañeros y profesores», destaca García Real. «Eso nos subraya que la somnolencia es un problema clave y que deberíamos gestionarlo mejor. Y hay otros factores que influyen tanto o incluso más que el móvil, como las bebidas estimulantes, sobre todo entre los de 13 y 14 años, o poca actividad física», reflexiona la investigadora universitaria.

En cuanto a la influencia directa del móvil en el aula, la psicóloga educativa Ana María Ulloa advierte que «aínda que nas aulas en teoría ten que estar apagado, pode afectar á atención se estás esperando a que chegue o recreo para ver a mensaxe que che vai mandar un amigo». ¿Soluciones? Pues Ulloa cree que «hai que predicar co exemplo, sobre todo desde as familias» y para ello sugiere empezar por olvidarse del móvil durante los momentos de reunión (a la hora de la comida o de la cena, por ejemplo). «Os móbiles teñen puntos positivos. Non é cuestión de prohibilo, senón de chegar a acordos razoables sobre como e cando usalo».

Con esa última idea coincide Fernando Suárez, presidente del Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática de Galicia: «A tecnoloxía é como todo, depende de como a utilicemos». Entre los beneficios que enumera Suárez está el favorecer la integración de los jóvenes, sobre todo de aquellos con dificultades para socializar, y todo el potencial de los móviles en el aula. «A solución non é quitar, senón limitar. Hai vinte anos non permitiamos levar a clase unha revista e non ler o libro. Pois isto é igual. Ben usado, un móbil non é unha revista, senón unha enciclopedia», reflexiona Suárez.