La alta demanda de vuelos y el alza del combustible encarecen el viaje en avión

Las compañías aéreas aseguran que en general no se está repercutiendo en el precio de los billetes de avión el encarecimiento de los combustibles. Las agencias de viajes matizan esa afirmación, y los analistas aéreos hablan de un sobreprecio camuflado. Lo cierto es que desde que la aerolínea de Nigeria anunció en mayo que dejaba de volar por el «inasumible encarecimiento de los combustibles», otra sombra se cierne sobre la recuperación del sector aéreo tras el zarpazo del covid.

Los asientos programados en España para la temporada estival son solo un 0,6 % menos que en la del 2019, que fue año récord, lo que da cuenta de que aún se confía en un buen verano aéreo. «El queroseno pesa un 30 % de los costes de una compañía», contabiliza Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas en España, para ajustar el impacto de los combustibles en sus cuentas de explotación. Añade que las firmas más potentes compran el combustible con mucha anticipación a su uso. EasyJet, la que él preside, adquirió hace meses el 70 % del queroseno que consumirán sus aviones este verano a un precio de 600 dólares la tonelada métrica, menos de la mitad del precio de hoy. Se ha provisto ya del 50 % de los tanques necesarios para el próximo invierno, pero a 700 dólares, y también del 20 % preciso para el verano del 2023, elevado en su caso a 800 dólares la tonelada. Por ello, Gándara considera que en las compañías grandes el impacto del alza del crudo es aún controlable, no así en las pequeñas, que pueden tener que estar haciendo frente a sus oscilaciones diarias.

«Los precios en los billetes dependen de cómo se cubran las aerolíneas respecto al combustible, pero ese valor no lo fijamos nosotros, sino que se establece por la interacción entre oferta y demanda», subraya. «Si pretendemos subir precios en una ruta para recuperar los costes del combustible y no tiene demanda, no conseguiremos nada», añade el betanceiro Javier Gándara.

OAG, empresa de análisis del mercado aéreo, estima que sí se están encareciendo los billetes a cuenta del queroseno. «Las compañías imponen con éxito recargos por combustible cuando la demanda (en una ruta) es lo suficientemente alta como para que el aumento efectivo de las tarifas no desanime a los viajeros a volar», señalan sus analistas. Tras examinar precios de vuelos y compañías, OAG apunta, por ejemplo, que los billetes de Iberia entre Madrid y México se han encarecido un 18 %.

Casos concretos

Jesús Ares, director general del turoperador gallego Yu Travel, pone cifras también a ese aumento de precios. «El combustible se ha encarecido desde el inicio de la guerra de Ucrania. El año pasado se pagaba la tonelada a 603,6 dólares y ahora a 1.261,71», explica. Los viajes a Cabo Verde que su firma vende (este año parten de Oporto en lugar de Santiago) han subido 50 euros por persona, a cuenta del coste del petroleo. Eso sí, advierte que la demanda de plazas es muy alta y se deja notar en las tarifas hoteleras.

El vigués Abilio Álvarez, presidente de Avasa Travel Group, apunta a las pequeñas aerolíneas y los viajes chárter como los más afectados por la evolución del queroseno. Los viajes a Punta Cana han subido ya en 90 euros por persona. «Lufthansa, Iberia y otras grandes aerolíneas que cuentan con liquidez están capeando el temporal, pero en las demás esta situación está teniendo un efecto inmediato. Pero con las compras de combustible que se están haciendo para los próximos meses no tendrán más remedio que repercutirlas todas en sus tarifas», avanza. Álvarez advierte también precios de hoteles «exageradamente altos» en destinos de sol como Ibiza o Mallorca, fruto de una muy alta demanda. «Hay mucha ansia por viajar. La gente no se ha movido en dos años y no lo quiere volver a aplazar», concluye.

Juan Antonio Rivadulla, presidente de la Asociación Galega de Agencias de Viajes, mantiene que los billetes están subiendo como lo hace el resto de productos y servicios, pero detecta una mayor traslación del precio del combustible al del billete en los desplazamientos y viajes en autobús que en avión. La demanda de plazas y hoteles él la observa sobre todo en los viajes entre Galicia y Canarias.

Incrementos de hasta el 162 % y vuelos a Ibiza a 31 euros pero a Lanzarote a 356

En un mismo avión prácticamente no hay dos pasajeros que hayan pagado el mismo precio por sus billetes. El número de plazas libres a la hora de comprarlo, las búsquedas que una ruta acumule en los navegadores, las veces que se compruebe el precio o las expectativas de la aerolínea, generan una fórmula que da el precio en cada momento. Esta semana se han registrado subidas de un 162 % para agosto en el vuelo de Transavia a París desde Lavacolla, del 44 % en el viaje a Palma desde Vigo con Air Nostrum, o del 43 % a Málaga con Volotea desde Alvedro. Lanzarote marca récords con 356 euros, mientras que ir a Ibiza es posible por solo 31.

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