«Como médico recomendaría sin duda los baños de bosque a los pacientes»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN A. SOLER

El Sergas da un taller piloto a facultativos de atención primaria sobre esta terapia forestal de origen japonés

11 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los niveles altos de cortisol, la hormona del estrés, fomentan la retención de grasa, el incremento de la presión arterial o problemas para conciliar el sueño. Reducir el estrés, por lo tanto, tiene efectos significativos en el bienestar. Ese es el objetivo de los baños de bosque, terapia forestal o shinrin-yoku -ya que su origen es japonés-, una actividad que ha llegado al Servizo Galego de Saúde dentro del proyecto New European Bauhaus, una iniciativa de la UE cuyo objetivo es reconectar con la naturaleza.

Fue solo un proyecto piloto y ahora habrá que evaluar los resultados. El bosque de la Cidade da Cultura acogió esta experiencia que impartió Céline Girardon. En un primer turno acudieron algo menos de una veintena de directivos sanitarios, y en el segundo 21 médicos de atención primaria. Y no hubo que abrazar árboles, no. No fue necesario. Al final, el baño de bosque no pretende más que restaurar la atención, activar los sentidos y equilibrar el sistema nervioso. Es una técnica más de relajación con efectos evidentes en la salud. Los participantes a estas sesiones escucharon en silencio los sonidos del ambiente (pájaros, agua, coches), percibieron la luz y la brisa a través de los párpados cerrados y buscaron en el bosque objetos con los que construir o transmitir algo. Solo el entorno era ya un elemento de relajación. Dice Céline que lo ideal sería integrarlo como parte de la rutina de vida, ya que los beneficios son físicos, mentales y sociales.

Jorge García Borregón, subdirector médico del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, fue uno de los participantes, «comparto totalmente esta filosofía de utilizar el bosque como entorno relajante», es más, insiste, «como médico recomendaría sin lugar a dudas los baños de bosque a los pacientes, sobre todo a determinados grupos, como son aquellos que tienen algunas enfermedades crónicas: diabetes, patologías cardiovasculares...». «Aquí -añade José Luis López, director de humanización del CHUO- se está muchísimo mejor que en el despacho del hospital, es más, deberíamos tener aquí los despachos». 

Cabañas en el Álvaro Cunqueiro

Lo cierto es que el baño de bosque es una actividad. Una entre las muchas que está poniendo en marcha el Sergas dentro de la New European Bauhaus y otros programas. La OMS dice que el lugar donde viven y trabajan las personas tiene un impacto directo en la salud, y eso pretende la Bauhaus, «hacer caminos de sostenibilidad en las siete áreas sanitarias», explica Beatriz Piñeiro, técnica de innovación y sostenibilidad en el Sergas. Por ejemplo, en el Álvaro Cunqueiro, ya diseñado con un concepto de neuroarquitectura y biofilia, se van a construir unas cabañas de madera para que niños hospitalizados puedan estar con sus padres o recibir tratamiento en contacto con la naturaleza y de forma relajada. En los tres hospitales públicos de Ourense se quieren recuperar sendas, zonas verdes, y crear estructuras verticales «un jardín vertical, además, nos permite regular la temperatura del edificio, en una ciudad con temperaturas extremas como Ourense, y ser más sostenibles», apunta Beatriz. 

Reuniones en ruta

Dentro de los múltiples programas que buscan promover hábitos de salud entre los profesionales, para que después estos trasladen estos hábitos a los usuarios, están las reuniones en ruta. Son encuentros de trabajo de pocos participantes -dos o tres personas- que se hacen caminando por unas rutas establecidas previamente, «tratas los temas de la reunión, pero lo haces caminando», añade Nuria Castro-Acuña, jefa del servicio de prevención de riegos laborales del Sergas.