El derrumbe de la A-6 pone en jaque la circulación de transportes especiales en el principal acceso a Galicia

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA LUGO / LA VOZ

GALICIA

Camiones en el desvío por Pedrafita
Camiones en el desvío por Pedrafita ALBERTO LÓPEZ

Los empresarios temen que sectores como el eólico queden paralizados. El Gobierno continúa sin respuestas sobre qué pudo ocurrir

10 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El desplome del viaducto de la A-6 en la frontera entre Galicia y León ocurrido el pasado martes duró solamente unos segundos, pero sus consecuencias podrían sentirse durante largo tiempo. La interrupción de la circulación por autovía en uno de los principales accesos de Galicia puede suponer una serie de inconvenientes para algunas de las industrias más potentes de la comunidad.

Desde la madrugada del miércoles, ambos sentidos de la A-6 están cortados entre los puntos kilométricos 432 y 422. El sentido A Coruña ya llevaba casi un año cerrado por obras, pero el desplome del viaducto obligó a cerrar también el puente que soporta los carriles que van en dirección Madrid para comprobar que no hay daños estructurales. Este corte del tráfico es indefinido y nadie sabe cuánto puede durar.

Esta interrupción de la vía obliga a los conductores a desviarse a la N-VI, por la que tienen que circular durante unos cuatro kilómetros a bajas velocidades. Sin embargo, no todos los vehículos pueden hacer este desvío e incorporarse a la carretera nacional.

Es el caso de los vehículos de transporte especial. Debido a su gran tamaño, se les ha prohibido la utilización de este desvío. Para sorpresa de los empresarios de este sector, además, no se les ha propuesto ninguna ruta alternativa.

No es la primera vez que el transporte especial sufre una cancelación como esta. En junio del 2021, con el inicio de las obras en el viaducto ahora derrumbado, tuvieron que circular en sentido A Coruña, pero por el puente que va en sentido Madrid. Solo podían hacerlo tras cursar una solicitud oficial al Ministerio de Transportes, que les cerraba el tráfico de madrugada durante unos minutos y varias empresas aprovechaban para pasar sus camiones simultáneamente. Eso sí, estuvieron hasta el mes de diciembre sin poder siquiera disponer de esta opción. Ahora el cierre es total. No pueden circular por la A-6, por lo que se complica la entrada y salida de Galicia de estos materiales.

No vale cualquier carretera

«El realmente vital es el sentido A Coruña. Esto se debe a que las grandes industrias, por ejemplo, del sector eólico, están en la Meseta y en el Bierzo. Y mandan el material a Galicia a través de la A-6, y luego se distribuye, o bien a los parques eólicos de la comunidad, o bien a los puertos para la exportación a otros países. Si el cierre dura mucho, sectores como este corren peligro de quedar paralizados». Así resume la situación actual Santiago Pérez Torres, gerente de la empresa con la que comparte apellido y que está especializada en el transporte de mercancías especiales.

La dificultad que provoca el cierre de la A-6, en su opinión, es muy simple. Los camiones que transportan, por ejemplo, palas de los aerogeneradores o vigas de grandes puentes no pueden circular por cualquier carretera. «Está claro que por la N-VI no podemos entrar en Galicia. Pero es que no tenemos alternativa. La única realmente viable es entrar usando el baipás de la A-6 en Pedrafita, entre los kilómetros 428 y 432, de madrugada, para molestar lo menos posible», explica el empresario. El ministerio ya les negó el permiso para usar esta opción cuando se cerró el viaducto hace un año por las obras, por lo que guardan pocas esperanzas de que tomen esta decisión.

Alternativas como entrar en la comunidad por la A-8 a través de Asturias o por la A-52 a través de A Gudiña parecen demasiado complicadas, según este empresario. «Si el cierre dura mucho, las empresas proveedoras llevarán a cabo despidos por falta de actividad, las obras de construcción de muchos parques eólicos quedarán paralizadas y puertos como el de Ferrol sufrirán un golpe durísimo», alerta Pérez Torres.

Alza del precio del transporte

Algo más optimista se muestra David Doniz, de Doniz Transportes, que tiene sede en Vigo. Explica que las cargas con las que ellos trabajan sí les permiten entrar y salir de Galicia usando la A-52, pero entiende que el cierre de la A-6 perjudicará a muchos sectores: «El más damnificado va a ser el puerto de Ferrol, en general, porque exportan muchísimo material procedente del resto de España que solo podían conseguir a través de la A-6 y que dejará de llegarles».

El empresario concluye que el cese indefinido de la actividad de ambos viaductos de la A-6 en Vega de Valcarce, donde se produjo el desplome, provocaría que las empresas suban las tarifas. «Si hay que duplicar o triplicar los kilómetros, no va a quedar otra», concluye.

«Hay que tener la seguridad de que no volverá a ocurrir cuando este tramo se reabra»

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, aseguró ayer que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana está ya trabajando para conocer la causa del derrumbe. El socialista pidió que no se entre «en especulaciones», en unas declaraciones hechas en Santiago. Miñones insistió en que se está trabajando «en todo lo que tiene que ver con la investigación», aunque se mantuvo precavido con respecto a cuándo reabrirá el viaducto en sentido Madrid, porque «lo prioritario es la seguridad».

Miñones admitió que existe preocupación por las tareas para restablecer el tráfico y la correspondiente comunicación de Galicia con la Meseta, ya que los desplazamientos ahora deben hacerse a través de la carretera nacional, pasando por Pedrafita do Cebreiro, como antiguamente.

Comparecencia

Por otra parte, el BNG solicitó la comparecencia en el Congreso de la ministra de Transportes, Raquel González, para que explique las razones del colapso del viaducto, así como una auditoría de todos los puentes y túneles de esta infraestructura para garantizar la seguridad.

La reunión de seguridad vial entre la Xunta y el Gobierno abordará la situación

La Xunta ha solicitado a la Delegación del Gobierno en Galicia que la reunión de la Comisión de Seguridad Vial que se celebrará el próximo 14 de junio incluya en su orden del día un apartado para abordar la situación creada en la A-6 a raíz del derrumbe de uno de los dos viaductos de O Castro y el posterior cierre de la infraestructura para comprobar cuáles fueron las razones del colapso. El Gobierno gallego ve «imprescindible» disponer de la información que se pueda tener sobre las causas del accidente para evitar la alarma ciudadana en relación con la red viaria, máxime teniendo en cuenta que se trata de una de las infraestructuras de mayor uso de Galicia, junto con los otros dos accesos: la A-52 y la A-8.

La Delegación del Gobierno ya contestó a la propuesta y aceptó incluir en el orden del día todo lo referente a la problemática surgida a raíz de la caída del viaducto, pues tiene claros efectos en la seguridad vial de este itinerario.

Por otra parte, el Gobierno autónomo quiere también conocer las previsiones al respecto de la duración del corte de tráfico y el análisis de alternativas para minorar su impacto en la seguridad vial, la economía gallega y en el municipio de Pedrafita, que registra un tráfico peatonal «moi importante derivado do Camiño de Santiago». La Xunta espera que el Gobierno central cumpla su compromiso de mantener puntualmente informado al Gobierno de Galicia sobre la evolución de las investigaciones.

Llamada a Rueda

En este sentido, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, habló el miércoles por teléfono con el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, para pedirle información sobre las causas del derrumbe. En esta llamada, comentó Rueda en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consello de la Xunta de ayer, el mandatario gallego también solicitó que las obras para restablecer el tráfico se aceleren «na medida do posible».

En esa conversación, Alfonso Rueda solicitó a Miñones que le mantenga informado sobre las previsiones de restablecimiento de esta vía de comunicación «tan importante» para Galicia, dados los «meses turísticos» que se avecinan. No obstante, el Gobierno ya aventura que el corte puede ser largo, pues lo prioritario es garantizar la seguridad de la infraestructura.