Los nuevos nombres de concellos fusionados que Galicia resovió con un simple guion
GALICIA
Los nuevos topónimos de Oza-Cesuras y Cerdedo-Cotobade nacieron sin ruido, frente a la polémica que se ha creado ahora en Extremadura con Don Benito y Villanueva de la Serena, con hasta intervención policial
04 jun 2022 . Actualizado a las 12:15 h.Un nombre no es asunto menor. Y si no, que se lo pregunten a los vecinos de Don Benito y Villanueva de la Serena, dos municipios de Badajoz que aprobaron recientemente su fusión para dar lugar a la tercera ciudad en tamaño de Extremadura, con un total de 63.000 habitantes. Los resultados a favor de la unión superaron el 90 % en Villanueva, pero en Don Benito se quedaron en el 66 % con polémica incluida y acusaciones de pucherazo electoral. Y aún sin recuperarse de esa batalla, a los habitantes de ambos ayuntamientos se les ha abierto un nuevo frente: el topónimo oficial de esa nueva ciudad.
¿Opciones? Pues la comisión de expertos sugirió dos para someter a una votación. Concordia del Guadiana y Mestas del Guadiana, concretamente. El caso es que ninguno de ellos ha sido bien recibido por sus habitantes, que corrían el riesgo de pasar a ser concordenses o mestenses, y por ello los alcaldes han decidido paralizar dicho proceso. No sin antes recibir los dos regidores protestas de los vecinos y tener que ser escoltados por la Policía tras hacerse público las sugerencias.
«Aquí somos gallegos y somos racionales», bromea Pablo González Cacheiro, alcalde de Oza-Cesuras, uno de los concellos fusionados más recientes en Galicia tras la unión de Oza dos Ríos y Cesuras en el 2013. Por aquel entonces se optó por juntar ambos topónimos utilizando un guion y poniendo en primer lugar al que tenía más habitantes. «Es un modelo que se usa en Francia y otros países. Algunos vecinos querían un nombre nuevo e incluso se habló de Entrerríos, pero esta es una forma de mantener la identidad de ambos», explica el regidor popular.
En el caso de Oza-Cesuras el debate se centró en la propia fusión. El nombre escogido no se sometió a plebiscito y no trajo mayor revuelo. Esa opción no solo implicó ventajas identitarias, sino también prácticas: las cartas se pueden seguir mandando a Oza dos Ríos o a Cesuras, que llegan igual, según cuentan los vecinos. Eso sí, distinta suerte podrían correr si viviesen en un nuevo lugar llamado Entrerríos.
El modelo de los dos nombres unidos por un guion también se aplicó en la otra fusión gallega reciente: la de Cerdedo-Cotobade. Su alcalde, Jorge Cubela (PP), reconoce que hace seis años, cuando se fusionaron, fue un proceso lento, pero con pasos firmes en los que quedaron muy bien asentadas las bases. Lejos del ruido que ahora suscita la unión de Don Benito y Villanueva de la Serena, Cubela es claro: «Siempre hay que mantener la identidad de los territorios, aquí expusimos desde el primer momento que se conservarían los nombres de los dos concellos y se colocarían por orden alfabético».
Hace unos meses, el actual regidor de Cerdedo-Cotobade (y antes de Cotobade) acudió a Extremadura a dar una charla sobre cómo había sido la fusión de Cerdedo y Cotobade. Sabe que la propuesta que había de dos nombres dificultaría el proceso y es de los que cree que se debería haber seguido la línea de lo hecho en Galicia. «Aquí fue un cambio pacífico, sin otra alternativa que los nombres de los municipios. Hubo algún vecino que se quejó porque Cotobade fuese de segundo, pero fue anecdótico», apunta el alcalde popular.
En esa línea coincide el regidor de Oza-Cesuras, que también viajó a la comunidad extremeña para participar en entrevistas e intercambiar opiniones con los alcaldes de los dos municipios allí fusionados. «Lo he hablado con ellos y los entiendo. Ellos no quieren esta polémica y con la fusión han sido muy valientes. No es fácil, pero lo importante es no partir de cero, sobre todo si tienes dos nombres detrás», afirma.