Sin problemas de este tipo en Ourense y Lugo, donde solo en un par de centros de cada ciudad se extiende la cita a dos días de espera. En el área sanitaria de esta última, sí hay más complicaciones en Foz —7 días—. En Viveiro se reduce a dos. En el área de Ferrol, la espera es de un solo día en Ares, de 6 en Narón y hasta siete en el centro ferrolano Fontenla Maristany.
Raquel Ares
El martes pasé siete horas en la sala de espera del servicio de urgencias del Hospital Clínico de Santiago. En ese espacio de tiempo llegas a reflexionar sobre muchas cosas. Lo primero que se te pasa por la cabeza, cuando a las ocho de la tarde te dicen que va para largo, es ese tuit viral de una enfermera que se quejaba de la hipocresía de los aplausos durante el confinamiento, al no venir acompañados de un refuerzo de personal tras la crisis sanitaria.
Llego con una cistitis, una dolencia común en mujeres, aunque bastante molesta, y para la que seguramente solo necesite antibióticos. No tengo la cabeza abierta, como ese pobre anciano sentado a mi derecha al que seguramente atenderán antes.
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