Rueda sostiene que su estilo propio consiste en «solucionar os problemas»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

Xoán A. Soler

El presidente de la Xunta defiende en el Parlamento una visión práctica del Gobierno en su primera sesión de control por parte de la oposición

25 may 2022 . Actualizado a las 19:13 h.

El presidente de la Xunta se enfrentó este miércoles en el Parlamento a la primera sesión de control por parte de la oposición. Los portavoces Ana Pontón (BNG) y Luís Álvarez (PSdeG) iniciaron sus intervenciones felicitando a Alfonso Rueda por su reciente nombramiento, pero la cortesía, correspondida, no fue mucho más allá. Sí quedó constancia pública de la voluntad de que se produzcan encuentros entre los líderes en los próximos días. «Por suposto que os recibirei», concluyó Rueda después de responder a dos preguntas sobre las medidas del Gobierno para sortear la crisis o sobre la situación del gallego.

La primera, formulada por el grupo socialista, le valió al presidente para seguir abundando en su forma de entender la política. «O meu estilo propio é solucionar os problemas e mellorar a vida da xente», le contestó Rueda a Álvarez después de escuchar que su acción iba a estar «tutelada por Feijoo e Baltar». El socialista, que volvió a ningunear el discurso de investidura por considerar que no aportó contenidos o soluciones y le pidió un cambio de rumbo, una reflexión que el presidente le devolvió: «Xa sei que vostedes van facer o mesmo», les reprochó, recordándoles su «sucursalismo» y dependencia del Gobierno de Pedro Sánchez.

Con el BNG el debate fue más temático, ya que Ana Pontón le planteó el Gobierno si va a impulsar iniciativas para que el gallego deje de perder hablantes, una afirmación que basó en informes de la Real Academia Galega o estudios del Consejo de Europa y datos del Instituto Galego de Estatística a los que también recurrió Rueda para desdramatizar el panorama dibujado por la líder nacionalista, que aportó a su intervención una fotografía del actual presidente en una manifestación de Galicia Bilingüe de febrero del 2009, cuando estaba en la oposición. Pontón también le reprochó el «decreto da vergoña», que limita la educación en gallego en materias de ciencias, y acusó al PP de tratar de imponer el monolingüismo en castellano a través de una «escola desgaleguizadora» y limitando los recursos económicos para su promoción.

Rueda también defendió con cifras oficiales la salud del gallego, y en una clave más política le recomendó al BNG que deje de utilizar el idioma para «confrontar» y para repartir «carnés de bos e malos galegos». El líder popular, citando a Alonso Montero, les recomendó a los nacionalistas que no quieran tanto al gallego «que o acaben abafando», y alertó que la mejor receta contra los extremismos que apuestan por el monolingüismo -en castellano o en gallego- es continuar abordando la polémica lingüística con «harmonia, liberdade e apertura, nunha Galicia plural e orgullosa do seu idioma», zanjó entre aplausos de su grupo parlamentario.