Juan Capeáns
Las tensiones propias de los actos protocolarios no desfiguraron las sonrisas y los gestos afables de los conselleiros después de muchas semanas de incertidumbres sobre su futuro. El presidente Alfonso Rueda, que le dio «unhas cantas voltas» a la configuración de su equipo, se garantizó un primer día en la oficina sin incomodidades o explicaciones complejas, porque ha confiado en todos los altos cargos que nombró su predecesor en septiembre del 2020 con la única incorporación de Diego Calvo a la vicepresidencia segunda del Gobierno. «Galicia non necesita volantazos nin xiros de 180 grados», reflexionó el nuevo líder del Ejecutivo, quien recurrió a la máxima de que «o que funciona ben non debe tocarse».