El Gobierno de Rueda: un equipo discreto para abordar una doble crisis demográfica y económica

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Alfonso Rueda y Diego Calvo
Alfonso Rueda y Diego Calvo Sandra Alonso

El presidente de la Xunta refuerza nominalmente las áreas vinculadas a los jóvenes

16 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alfonso Rueda ha optado por los cambios mínimos imprescindibles en el Gobierno gallego, esto es, el suyo propio y algún retoque estético con más mensaje que profundidad real. Siguió el consejo de Feijoo, que en las últimas semanas recordó en público lo difícil que es formar a un conselleiro, y más cuando solo se tienen dos años por delante y ante una doble crisis: la económica derivada de la guerra en Ucrania y de la pospandemia; y la demográfica. Rueda los ha mantenido a todos, incorporando a Diego Calvo para un departamento multitarea que él mismo dirigió durante trece años y que tiene a personal rodado en los cargos intermedios, además de funcionarios experimentados, lo que le permitirá al coruñés atender también los frentes del partido.

Desgaste

Sin quemados. En su momento, Feijoo impulsó relevos en sus equipos por dos motivos: para alimentar otros cuadros institucionales —candidatos a alcaldes o altos cargos del Gobierno de España— o por desgaste evidente. A un año de las municipales, Rueda no parece que vaya a picar en esa cantera y tampoco tiene a conselleiros quemados, porque esa criba ya se hizo en septiembre del 2020, cuando Román Rodríguez recuperó los mandos de Educación tras el fiasco de Carmen Pomar; y Julio García Comesaña reemplazó a Vázquez Almuíña en Sanidade en plena pandemia. En estos últimos dos años titulares como Francisco Conde dieron un paso adelante reforzando su perfil político y más combativo tras recibir el apoyo en el área económica de María Jesús Lorenzana (Emprego). Miguel Corgos lleva solo unos meses al frente de Facenda tras sustituir al fallecido Valeriano Martínez. Y áreas como Medio Ambiente, Infraestruturas, Medio Rural o Mar, con importantes desafíos, quedan en manos de los mismos responsables.

Popularidad

Más protagonistas. Lejos de diluirse, la gestión de la pandemia ha reforzado la figura de Comesaña dentro del Gobierno, en el PPdeG y también en la calle, como lo prueba el último barómetro de Sondaxe, que ya lo situaba entre los conselleiros más reconocidos. Una demostración de que había vida más allá de la sombra de Feijoo, algo que va a fomentar el nuevo presidente. Rueda, asegura uno de sus asesores, dejará margen para el lucimiento, lo que implicará un esfuerzo por comunicar mejor y proyectar una imagen de liderazgo menos personalista.

 Refuerzo estético

A por los jóvenes. Es un problema de origen electoral. Los porcentajes de voto necesarios para una mayoría, superiores al 40 %, se le desploman al PPdeG en la franja de votantes entre los 18 y 30 años, y solo los salva la habitual desmovilización en esas edades. La apuesta de Rueda tiene algo de estético, porque Xuventude se suma al cartel de la Consellería de Política Social, pero a efectos reales seguirá siendo una Dirección Xeral por la que Fabiola Martínez ya sabe que tiene que apostar. Formación Profesional también asciende en el ámbito de la Educación, como se evidenció en el discurso de investidura, donde anunció un centro directivo propio dentro del organigrama de la Xunta.

Turismo y deportes

Intercambios. Rueda se lleva consigo la gestión de Turismo, que pese al mal trago de la pandemia tiene garantizado un horizonte de cierto brillo. Mantendrá Emigración en Presidencia, y pasa Deportes a la Vicepresidencia segunda. Del presidente penderá también la Secretaria Xeral de Medios, ahora vacante.