La inspección del Sergas expedientó a 33 sanitarios en un año y la mayoría acabaron con una sanción

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

En una imagen de archivo, la sede de la Consellería de Sanidade y del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en el complejo administrativo de San Lázaro, en Santiago
En una imagen de archivo, la sede de la Consellería de Sanidade y del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en el complejo administrativo de San Lázaro, en Santiago XOAN A. SOLER

Los procesos se abren después de una denuncia o queja, nunca de oficio

14 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El servicio de inspección del Sergas abrió el año pasado 33 expedientes disciplinarios a trabajadores que realizan funciones asistenciales. Es una cifra similar a la de otros ejercicios, y no elevada si se tiene en cuenta que el número de personas que trabajan en el Servizo Galego de Saúde se acerca a las cuarenta mil. Se trata, en la mayoría de los casos, de procesos que se abren después de una denuncia o queja, es decir, la Consellería de Sanidade no suele actuar de oficio.

Los motivos por los que la administración sanitaria abre estos expedientes son varios, pero el grueso son las incompatibilidades, que afectan fundamentalmente al personal médico, cuando ejerce su labor en el ámbito público y privado y atiende a usuarios que podrían ser sus pacientes en la sanidad pública. También, recuerda el secretario xeral técnico de la consellería, Alberto Fuentes, se dan casos de accesos indebidos a historias clínicas, incumplimiento de funciones o desconsideración a superiores o a subordinados.

Este tipo de expedientes disciplinarios suelen acabar en sanción, más o menos graves. Son pocos casos, llegan a través de una denuncia y suelen estar documentados. En el año 2017 se produjo un número más elevado de expedientes tras las denuncias de la asociación Batas Blancas y en ese caso la mayoría de los expedientes no se cerraron con sanción, «pero con este nivel de una treintena de procesos al año sí suelen terminar con una sanción», apunta el secretario xeral.

Esto no quiere decir que la consellería imponga importantes suspensiones de empleo y sueldo a su personal, ya que a veces se trata solo de un día. Las infracciones más graves, y que por tanto acarrearían un mayor período sin salario, son las incompatibilidades flagrantes, como operar en la privada a un paciente del Sergas derivado a través de un concierto. Un expediente disciplinario implica unos seis meses de procedimiento administrativo ya que se establecen plazos de alegaciones, investigaciones previas y es preciso escuchar y analizar las pruebas de todas las partes implicadas.

En el servicio de inspección trabajan unos 64 inspectores a los que se suman otras categorías de personal hasta superar los 200 empleados en conjunto. No solo se encargan de la inspección médica, sino también de la farmacéutica, y su función va más allá de abrir expedientes. Analizan las reclamaciones por responsabilidad patrimonial, controlan los medicamentos y productos sanitarios, la autorización de centros y servicios sanitarios, los derechos y obligaciones de los ciudadanos y las prestaciones sanitarias del Sistema de Seguridad Social, a través de acuerdos con este organismo.

En este sentido, y aunque es el INSS quien se encarga de las prestaciones de incapacidad temporal, este suele suscribir acuerdos con los servicios autonómicos de salud, al tener transferidas las competencias sanitarias. «A veces hacemos programas de vigilancia sobre algún tipo de patología, por ejemplo si las incapacidades duplican el tiempo medio establecido para ese problema en concreto. Nunca entramos en cánceres u otras enfermedades como son las neurológicas», concluye Fuentes Losada.

Hay que distinguir la inspección farmacéutica y la médica, aunque ambas depende de la Consellería, ya que la primera, que tiene la potestad de comprobar la correcta fabricación industrial de medicamentos, la distribución, la dispensación y la publicidad en los medicamentos suele trabajar de oficio, con planes de inspección anuales.