El AVE hace que la ruta a Madrid sea la que peor se recupera en los aeropuertos gallegos
GALICIA
Solo Lavacolla cierra en Galicia el primer cuatrimestre con un nivel de tráfico cercano al de antes del covid, que ya superó incluso durante el último abril
12 may 2022 . Actualizado a las 20:15 h.La ruta aérea entre Galicia y Madrid está dando síntomas claros de verse afectada por la irrupción del AVE y el recorte de tiempos en los viajes en ferrocarril desde las principales ciudades gallegas. El balance del tráfico aéreo del primer cuatrimestre cerrado hoy por Aena apunta a que las rutas entre los tres aeropuertos gallegos y el de Barajas es la que peor se está recuperando de las de mayor demanda en la red aérea de la comunidad. En concreto, entre enero y el final de abril las rutas operadas en viajes de ida y vuelta desde Madrid han movido un 33,3 % menos pasajeros que en el mismo período del 2019, el año con que se contrastan todos los parámetros de análisis de transporte, al ser ese el último año que no se vio afectado por el covid y las restricciones a la movilidad que ocasionó la pandemia. Si hace tres años en esa relación con Barajas se movieron 636.197 personas, el número de viajeros ha sido este año de 424.215, por tanto 211.982 viajeros menos en la ruta que sigue siendo la columna vertebral de la aviación comercial en Galicia y que denota estar sufriendo la llegada de un competidor de peso, aunque realmente el AVE solo opere hasta ahora hasta la estación de Ourense.
Los aeropuertos de A Coruña y Vigo son los que más acusan, sin embargo, el efecto de los nuevos tiempos de viaje por tren. Ambos reflejan un comportamiento similar respecto a los vuelos con Madrid, ya que Alvedro aún está al 36 % de lo que movía antes de la crisis sanitaria y Peinador a otro 36,2 % en la misma ruta. En Santiago la distancia entre el primer cuatrimestre actual y el del 2019 se sitúa en un 27,6 % aún por debajo en los vuelos que en su caso ofrecen Iberia y Ryanair, mientras que tanto en Vigo como en A Coruña son Air Europa e Iberia los que se reparten el mercado con la capital de España.
Otra evidencia de que la conexión entre Galicia y Madrid está perdiendo fuelle es que mientras que esta ha dejado de contar con uno de cada tres viajeros que la utilizaban hace tres años, en el conjunto de los destinos que ofrecen los tres aeropuertos gallegos la distancia respecto al 2019 se sitúa un 20,6 % por debajo. La segunda ruta con más tráfico en Galicia, la de Barcelona, está a un 21 % de distancia de los guarismos de antes de la pandemia. Es más acusada, eso sí en Alvedro, donde Vueling carece de competencia para volar a El Prat, y está al 31,3 % de los datos de enero a abril de hace tres años. La pugna que sí vive la misma aerolínea española con Ryanair tanto en Alvedro como en Peinador hace que solo estén a un 15 y 17 % respectivamente sobre el período de comparación en este análisis en el caso de los vuelos a Barcelona.
Rutas al margen, el aeropuerto de Santiago es el que mejor comportamiento está logrando en Galicia, pero también uno de los que dan mayores muestras de recuperación, ya que tras el primer mes de la temporada aérea de verano (comenzó a finales de marzo) se sitúa solo a un 7,2 % de sus datos de antes del covid y llega ya a los 750.454 pasajeros acumulados en los cuatro primeros meses del año. Pero es más, Lavacolla fue uno de los pocos aeropuertos de la red de Aena que hizo un mes de abril mejor que el del 2019, año de récord estadístico en la terminal compostelana. Movió un 15,5 % más de viajeros rozando los 300.000 en el total de las 34 rutas activas en el mes en el que coincidió la Semana Santa.
Alvedro da síntomas de una recuperación mucho más lenta, es incluso junto a Granada y Gerona los que más distancia guardan respecto al nivel de tráfico alcanzado en el arranque del 2019. En el caso coruñés está un 39,6 % por debajo, tras quedarse en abril aún a falta de un tercio de viajeros para igualar las cifras de antes del covid. En Peinador, el acumulado del año también está a una distancia superior a la media estatal (-23 %). Se sitúa a un 30,6 % de los datos del 2019, balance que en abril también fue negativo en un 22 %.
