Un año conduciendo a 30 por hora en las ciudades

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Señal de 30 completamente gastada en una calle de Ourense.
Señal de 30 completamente gastada en una calle de Ourense. Miguel Villar

El 11 de mayo del 2021 se implantó la reducción del límite de velocidad en la mayoría de las calles

11 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Las velocidades medias han bajado en las ciudades y, como consecuencia, también ha descendido la siniestralidad». Es la estimación que hizo el director general de Tráfico, Pere Navarro, hace unos días, antes de conocer al detalle los datos sobre los efectos de esta medida, que hoy cumple un año desde su implantación el 11 de mayo del 2021. Navarro expuso que la limitación a 30 en las ciudades (en las calles de un solo carril por sentido) «es, probablemente, una de las medidas más importantes de la legislatura porque apunta a la protección de los colectivos más vulnerables, en especial los peatones».

A falta del análisis de los datos que ofrezca el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, la sensación general en los concellos consultados es que la limitación ha traído una reducción de la velocidad media a la que se circula por las ciudades. Esa percepción se plasma en el estudio de la plataforma Ponle Freno-AXA Seguridad Vial, que realizó 7.200 mediciones de velocidad en cinco grandes ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao. Para el trabajo se utilizaron radares láser que se colocaron en momentos en los que los tramos analizados estaban casi despejados y la circulación era muy fluida.

Cumplimiento elevado

El estudio indica que el grado de cumplimiento de la nueva limitación está siendo muy elevado, del 70 %, en las calles limitadas a 30. Ese respeto fue menor, por un 57 % de los conductores, en las calles con límite de 50. Los responsables del trabajo consideran que la medida ha sido un éxito porque recuerdan que el riesgo de que se produzca un atropello mortal circulando a 30 kilómetros por hora es cinco veces menor que haciéndolo a 50. El estudio también deja claro que se circula más despacio, ya que en las calles de las cinco ciudades analizadas la velocidad media se sitúa por debajo de los límites: 48,66 kilómetros por hora en las calles de 50, y de 28,11 en las de 30.

El año transcurrido desde que se implantaron las calles 30 fue analizado el pasado viernes en A Coruña en la reunión de trabajo del fiscal de Seguridad Vial del Estado, Bartolomé Vargas, con los representantes de la DGT y de las policías locales, y con los fiscales especialistas y las víctimas de accidentes de tráfico.

Circular a 90 es delito

«Hemos abordado cómo tratar los incumplimientos de la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora en las ciudades. Es una norma y hay que cumplirla», destacó el fiscal. Vargas, que se jubilará en los próximos días, se comprometió a que la Fiscalía avance en la coordinación con las policías locales para mantener un contacto estrecho y estudiar las necesidades, que fundamentalmente se derivan de la escasez de agentes destinados a la vigilancia del tráfico. El fiscal recordó ese día un aspecto clave que a veces pasa inadvertido: circular a 90 kilómetros por hora en las calles que están limitadas a 30 es un delito (superar en 60 kilómetros por hora los límites de velocidad en vías urbanas) y el infractor tendrá que enfrentarse a un juicio.