La familia de la joven viguesa denuncia «acciones y omisiones intencionadas» en la investigación. Aseguran que todas las pruebas practicadas fueron a consecuencia de sus peticiones
30 abr 2022 . Actualizado a las 12:19 h.La familia de Deborah Fernández Cervera, ante el previsible archivo del caso (hoy se cumplen 20 años desde que la joven desapareció), denunció este viernes «una larga lista de acciones y omisiones intencionadas que han impedido el avance en esta investigación». En un comunicado, afirmaron que el recorrido de las pesquisas policiales y judiciales ha respondido, básicamente, al interés que han tenido ellos mismos con la solicitud de informes policiales.
Los familiares de la joven siguen apuntando al único investigado, el exnovio de Déborah, al señalar que cambió su versión de lo ocurrido «en las cinco ocasiones que ha ido a declarar como testigo, y a su vez se contradice con otras testificales prestadas ante la policía o en el juzgado, muchas de ellas de familiares directos o de amistades cercanas». Entienden que «es su deber aclarar ante la Justicia el motivo de esas reiteradas contradicciones», tras acogerse a su derecho constitucional y negarse a declarar «a las decenas de preguntas que los letrados de la familia hubiéramos querido hacerle. Es él quien dejó pasar la oportunidad de aclarar todas las dudas que hay en los más de 2.000 folios de la causa».
La familia Fernández-Cervera dice que «no ha existido linchamiento mediático» contra la antigua pareja de la joven, al tiempo que sostiene que todas las pruebas recopiladas en el procedimiento responden a su trabajo más que a la labor policial y judicial: «Hasta el 11 de marzo del 2022, fecha en que declaró dicha persona, todas las pruebas practicadas lo fueron a instancia de esta parte. Hemos sido nosotros los que pedimos que se revisaran todas las líneas que habían sido objeto de anterior investigación». Ponen el ejemplo de las muestras de ADN a 30 personas, que fueron por interés de la familia, igual que la exhumación del cadáver para analizar si había ADN bajo las uñas, o que se investigara el motivo por el que en el listado de llamadas entrantes en el teléfono de Déborah que se envió al juzgado hay 28 espacios en blanco que impiden saber quién las realizó. También aseguran haber facilitado a la policía un listado de casi cien personas para saber si habían sido investigadas.
En el mismo comunicado aseguran que la policía sigue trabajando en otras líneas de investigación a instancias de la familia. El escenario procesal, una vez prescritos los hechos, implicaría que de aportarse nuevas pruebas que no estén relacionadas con el exnovio de la joven, no tendrían valor. A mayores, el juzgado sí podrá solicitar nuevos informes de investigación siempre y cuando estén relacionados con ese único investigado del caso, la antigua pareja de la joven.