Desde el Parlamento, el portavoz socialista Luís Álvarez insistió en la idea de una «herdanza nefasta» que deja Feijoo, orientando ya su discurso al sucesor, Alfonso Rueda, al que le recomendó «cambiar os erros» y «mudar absolutamente» una manera de hacer política que calificó de «propagandística». Si el «PP de Rueda» atiende a esta demanda y «toma medidas» en los aspectos que el PSdeG considera desatendidos o mal gestionados se encontrará su «man tendida», anunció. De momento, desde la tercera fuerza en O Hórreo aprovechan para cuestionar al presidente popular en su condición de líder nacional reclamándole explicaciones a su «axenda oculta», en referencia a las conversaciones que, según ha trascendido, mantienen Feijoo y Santiago Abascal (Vox). Los socialistas quieren saber si esos contactos pueden ir dirigidos a asumir políticas que supongan mermas en el sistema de pensiones, en la protección social o, con carácter general, «unha quebra do estado de benestar».
Las urnas como prueba
El PPdeG, como era de esperar, ofreció una valoración de estos últimos trece años muy distinta, hasta el punto de que el portavoz parlamentario, Pedro Puy, no tuvo reparos en indicar que su sucesor acertará si mantiene una «fórmula de éxito» que ha funcionado en las elecciones del 2009, 2012, 2016 y 2020. A juicio del dirigente que se ha responsabilizado del programa popular en la etapa de Feijoo, lo más relevante no es que la oposición ponga el acento en las cuestiones negativas y el grupo mayoritario en las positivas, sino que estas políticas han sido avaladas reiteradamente por los ciudadanos «cun respaldo maioritario». Para Puy, tan importante han sido en estos años las ideas defendidas como «a forma de facer política, porque os principios pesan, pero se adaptan, e nós somos pragmáticos coa realidade».