Primer día sin mascarilla obligatoria en las aulas: «Algunos niños la mantienen porque les da vergüenza sacarla»

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Pepa Losada

El profesorado la conserva en el primer día sin uso obligatorio de la protección en clase mientras algunos alumnos comienzan a retirarla

20 abr 2022 . Actualizado a las 19:20 h.

Los estudiantes que acaban de volver de las vacaciones de Semana Santa en segundo de la ESO no han visto nunca a sus compañeros de clase sin mascarilla en el instituto. Al menos dentro del aula. Y eso, en el primer día sin cubrebocas obligatorio dentro de los colegios e institutos, hizo que muchos decidiesen mantener mitad de la cara tapada. «Les da vergüenza que los vean sin ella ahora porque los han conocido con la mascarilla puesta. Siempre los han visto así», dice desde Vigo la directora del IES Valladares, Eva López Tarrío. Los que sienten esos reparos son una minoría, reconoce la docente. Calcula que siete de cada diez adolescentes que entraron por la mañana en el instituto llevaban el rostro cubierto. Los profesores, por su parte, decidieron seguir con ella «por prudencia».

La recomendación desde la Xunta el día anterior fue conservar la mascarilla en el interior de los centros educativos. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, solo pidió «levar as cousas con moita precaución», precisamente el mismo argumento que emplearon los docentes que mantuvieron el cubrebocas. Sin embargo, la Consellería no remitió ninguna comunicación a los centros, por lo que la única norma que rigió este miércoles fue la publicada en el BOE.

En el Centro Integrado de Formación Profesional Leixa, en Ferrol, informaron a los alumnos que no podían «obligar a nadie a ponerla», pero que su recomendación pasa por mantener la protección «por respeto a la salud de los demás», asegura la vicedirectora, Amelia Conde Vázquez. «Al no haber terminado aún la pandemia, se recomienda su uso. El profesorado la conservó y muchos alumnos siguieron con ella puesta, pero entre ellos había más caras libres», responde. Reconoce Conde cierta incertidumbre por no saber cómo proceder, si bien están supeditados a la norma del Ministerio de Sanidad. Lo que hicieron en este centro de Formación Profesional fue continuar con las normas de prevención que tenían hasta ahora, como dejar las ventanas abiertas. «En el mundo laboral la hemos mantenido», asegura en referencia a los operarios que trabajan en unas obras del centro.

En el Colegio Internacional Eirís, de titularidad privada, se comunicó a los padres que la mascarilla continuaría siendo obligatoria dentro del aula. «Todavía tenemos algunos positivos entre el alumnado y el personal del centro, así que continuamos con ese criterio», apunta Dolores Otero, directora de este centro coruñés. En los próximos días, «a medida que vaya evolucionando la situación», decidirán si terminan por suprimir la obligatoriedad de su uso dentro del aula.

En el colegio concertado Hijas de Cristo Rey, de Oleiros, se decidió también continuar con las prevenciones vigentes hasta este miércoles hasta que la Xunta emita una circular que interprete el decreto publicado en el BOE.

Más protección entre los niños

Entre los más pequeños no hubo cambios. «Los padres no son muy favorables a quitarlas ya», reconoce Eva López. Los que cursan Bachillerato, mientras, «son quienes más la han quitado y los que más pedían quitarla». Rafael Rodríguez, que preside la Asociación Provincial de Equipos Diretivos da Coruña y dirige el CEIP Celso Emilio Ferreiro, de Cerceda, también señala que los niños de Infantil y Primaria siguieron poniéndose la mascarilla un día más, si bien «hace tiempo» que ya no la ponen en el patio. Por lo conversado este miércoles con directores de otros colegios e institutos, los alumnos de Secundaria se repartieron «a partes iguales» entre cubrebocas y caras descubiertas, aunque se pudieron observar corrillos donde debatían sobre qué hacer hoy. «A más edad, se va mermando su uso. En Bachillerato, la mayoría la llevaban en el bolsillo y la ponían puntualmente», añade.

«Se abre ahora un breve período para valorar que pasará, pero por ahora hay incertidumbre porque en cada territorio es distinto y cada comunidad interpreta la norma de forma diferente», lamenta Rodríguez, que por ahora se ciñe a la norma publicada en el boletín oficial.