La cifra de menores bajo tutela de la Xunta crece hasta los 1.820 jóvenes

la voz REDACCIÓN

GALICIA

Imagen de archivo de un niño con las manos cruzadas
Imagen de archivo de un niño con las manos cruzadas Sandra Alonso

Los educadores sociales piden acabar con los estigmas y confusiones que hay sobre los centros de protección

24 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un total de 1.820 menores de edad fueron tutelados por la Xunta en el 2021. Según los últimos datos que maneja la Consellería de Política Social, la cifra de jóvenes creció respecto al 2020 (1.780), pero fue más baja que en el año previo a la pandemia (1.843 en el 2019). Entre los menores asistidos se cuentan casos de desamparo, abandono, malos tratos, abusos sexuales, explotación o negligencias de distinto tipo en los entornos familiares.

La mayoría de menores tutelados vivieron con familias de acogida, mientras que el resto reside en centros de protección. 

A partir de los 16 años, los menores que están bajo protección pueden acogerse al programa Mentor, en el que preparan su tránsito a la vida adulta. «Aos 18 anos extínguese a tutela e a partir de aí xa teñen que ser autónomos, por iso é importante que antes poidan ir pensando e avanzando no seu proxecto vital», explica Carlos Rosón, director de Igaxes, la entidad que gestiona este programa de la Xunta.

Rosón destaca que «a idade media de emancipación en España é de 29 anos, pero estes rapaces teñen que facelo antes e sen contar con axuda familiar». Por ello, los jóvenes que forman parte de esta iniciativa pueden acogerse a ella hasta los 21 años o, en ciertos casos, hasta los 25.

¿Y qué implica eso? Pues una asistencia que se centra en la formación, la inclusión social, la educación y el desarrollo personal. En el 2021, el programa trabajó con 631 jóvenes. Además, el proyecto cuenta con una red de seis viviendas tuteladas y dos asistidas para acoger usuarios.

En las primeras los jóvenes trabajan con educadores, mientras que en las segundas viven solos y los profesionales solo pasan por allí de vez en cuando. «As vivendas están deseñadas para facilitar esa transición á vida adulta. Gústame falar delas como espazos nos que ensaian a autonomía».

Orientación laboral

En ellas cocinan y desempeñan todas las tareas del hogar por su cuenta.  Además, los jóvenes cuentan con la ayuda de profesionales de cara a su orientación laboral. «Temos unha rede de orientadores laborais que os axudan para encontrar a mellor formación posible. Hai que traballar o elemento vocacional: teñen que ver cara onde se queren enfocar», apunta el director de Igaxes, que indica que el porcentaje de los que optan por un grado universitario es pequeño. 

Además, todos los que hacen una formación continuada, como una carrera, se pueden quedar más tiempo «para ter garantida a protección e poder construír o seu proxecto sen a preocupación de ter onde ir».

En resumen, el objetivo del programa que desenvuelve Igaxes desde el 2005 (puesto en marcha en 1998 y financiado con fondos europeos y de Política Social) es acompañar y ayudar a quien no cuenta con un respaldo que sí tienen otros. En palabras de Carlos Rosón, la idea es «acelerar os tránsitos porque non contan un colchón familiar».

Acabar con los estigmas

Otro de los objetivos de Igaxes es acabar con los estigmas que hay sobre quien pasa por un programa de protección. Para ello, explica su director, ponen en marcha campañas de comunicación y hacen mucha pedagogía: «Estes rapaces son heroes e hai que dicilo así porque con 16 e 17 anos xa teñen que buscarse a vida. Ás veces a xente confunde, pero un centro de protección non é un centro de reforma. Ao contrario, estes rapaces son vítimas», concluye.