Galicia roza el récord de empleados públicos, y la Xunta supera los 100.000

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Exámenes de funcionarios de la Xunta en el recinto Feira Verde de Silleda en octubre del año pasado, con los aspirantes distanciados y con mascarillas
Exámenes de funcionarios de la Xunta en el recinto Feira Verde de Silleda en octubre del año pasado, con los aspirantes distanciados y con mascarillas

El covid y la reactivación de las oposiciones disparan las nóminas públicas

15 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque en la Xunta se asumió en términos coloquiales hace mucho tiempo la cifra redonda de las 100.000 nóminas públicas, la realidad es que no ha sido hasta ahora cuando el Ministerio de Hacienda y Función Pública ha certificado que la Administración gallega ha superado por primera vez esa barrera en 117 personas, algo que no había sucedido nunca en las estadísticas estatales homogeneizadas, que arrastran un ligero desajuste con las autonómicas por la consideración de un tipo de contratos. La Consellería de Facenda recuerda además que el informe estatal de empleo imputa a la comunidad gallega el personal de las universidades, que no es estrictamente autonómico aunque sí se encarga de sus salarios, de ahí que Función Pública solo asuma como propios 92.404 trabajadores. Las cuentas encajan incorporando a los 3.244 empleados universitarios de Santiago, a los 2.326 de Vigo y a los 2.144 de A Coruña. Así se supera esa barrera histórica de los 100.000 empleados de la Administración autonómica.

En total, en Galicia viven directamente del sector público 155.331 personas, cuando en enero del 2020, justo antes de la pandemia, no llegaban por poco a las 148.000. El tope histórico está fijado en 156.400.

Más allá de las cifras concretas o simbólicas, el alto nivel de contratación —alcanzado en julio del 2021— constata la fuerza al alza del empleo público en los segmentos administrativos más cercanos al ciudadano, una tendencia que se ha acelerado especialmente en el ámbito autonómico por las contrataciones vinculadas al covid, que alimentaron los departamentos de sanidad, educación y políticas sociales.

Desde los sindicatos se analizan estos datos con prudencia, ya que se trata de información que Hacienda recopila y difunde con varios meses de diferencia, y existe un corte importante en la transición del curso escolar que dejó fuera de la plantilla varios cientos de profesores de refuerzo que no se incorporaron en el mes de septiembre. Pero también admiten que la reactivación de las oposiciones y la convocatoria de plazas acumuladas por la crisis sanitaria ha podido influir en un panorama ascendente que es muy similar en todas las comunidades.

La tendencia no es la misma en el sector público del Estado, que suma 27.036 nóminas. En Galicia se perdieron medio millar de puestos dependientes de ministerios y otros organismos en solo medio año, y lejos quedan ya los 32.500 empleados públicos estatales que había a principios de siglo en la comunidad. La gran mayoría de esas plazas desaparecieron por falta de reposición, aunque también hay traslados y cambios de competencias que pueden influir en ese agujero, que no han logrado tapar las adjudicaciones masivas de plazas, que se están centrando en las plantillas más amplias, como pueden ser las de Correos o de fuerzas de seguridad. La gran cantidad de jubilaciones en estos cuerpos están provocando que los reemplazos sean más lentos y son otras comunidades las que se están beneficiando inicialmente de los nuevos ingresos.

En sentido contrario, los concellos aguantan el tirón y han incorporado casi dos mil empleados en apenas un año, según el informe estatal.

Los puestos autonómicos, para las mujeres. Los estatales ya notan el rejuvenecimiento

El perfil del empleado público de la Xunta es el de una mujer que supera los 50 años y que vive en la provincia de A Coruña. De las cien mil nóminas que asume el Gobierno gallego, 70.000 tienen nombre de mujer, un 70 %. Un desequilibrio de género que se aprecia en favor de los hombres en el empleo estatal, ya que estos acaparan dos de cada tres plazas, por el peso de las fuerzas armadas y de seguridad. En los concellos el balance es casi exacto, ya que hay 14.085 hombres y 14.093 mujeres a sueldo de las instituciones locales.

Territorialmente, A Coruña es la provincia con más empleados pagados por la Xunta, casi 45.000. En este caso inclinan el resultado las tres ciudades, con Santiago como capital y sede administrativa central, y las dos universidades. En el ámbito estatal y local este reparto se ajusta más a la proporción demográfica.

Las oposiciones que vienen

Aunque en próximos recuentos oficiales se pueda producir un retroceso de las plantillas públicas por el ajuste de las contrataciones, la tendencia al alza se mantendrá si cumplen con el compromiso político de cubrir todas las plazas liberadas por jubilaciones. El grueso de los empleados estatales, un 61 %, tienen entre 50 y 64 años, aunque en los últimos meses ha crecido en 1,6 puntos el porcentaje de menores de 40.

En la Xunta, el 2022 será un ejercicio expansivo en el campo educativo, con una oposición que sacará 2.622 plazas, un 87 % de ellas de nuevo ingreso. El Sergas, solo en enfermería, oferta más de un millar de puestos fijos.