Galicia avanza en la movilidad eléctrica con el impulso de los fondos europeos
GALICIA
Dispondrá de líneas de ayuda para renovar flotas y desplegar puntos de recarga
24 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La llamada electromovilidad ha llegado para quedarse. A España y, en especial, a Galicia donde hasta el momento se han dado tímidos pasos en esa dirección. Iniciado este 2022 ya nadie duda que la transición hacia el transporte y la movilidad eléctrica ya está en marcha. Y, si bien todavía no puede decirse que ese proceso haya pisado el acelerador, también es cierto que —al abrigo de los fondos europeos Next Generation—, se prevé que la transformación verde alcanzará, en los próximos años, una ambicionada velocidad de crucero. Esa fue solo una de las conclusiones de la reciente mesa informativa Fondos europeos: impulso para la movilidad sostenible y conectada en Galicia organizada por La Voz con la colaboración de BBVA.
En el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, los fondos tendrán el reto de dinamizar el ecosistema industrial español para impulsar la fabricación de vehículos eléctricos y conectados. Para particulares, pero también para atender la demanda de pymes, autónomos y administraciones públicas con sus propias flotas de transporte. Ante la evidencia de que Europa apuesta por esa transición verde, Ignacio Maestro, director xeral de Mobilidade de la Xunta; Víctor Echevarría, responsable de Soluciones de Energía y oficina NGEU de BBVA España; y Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive); expusieron sus visiones y analizaron las oportunidades que se abren con la llegada de las partidas ligadas al Perte para el desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado.
Hubo coincidencia a la hora de señalar que el momento para afrontar la transformación hacia una movilidad sostenible es este, pero ¿de qué depende que se ejecuten de forma eficaz las partidas previstas? El responsable de la oficina NGEU de BBVA España, Víctor Echevarría, subrayó que «estamos viviendo en una transformación de la economía hacia la transición ecológica y hacia un mundo de menores emisiones de gases de efecto invernadero». Y, ¿qué exige esa transición? «Grandes inversiones para avanzar». Por eso, añadió, «nosotros jugamos un papel central para financiar esa transición. Y, en ella, la movilidad y el transporte juega un papel clave. Un aspecto muy positivo del vehículo eléctrico es ese enfoque de la cadena de valor. Y eso para España es muy importante porque permite mejorar la sostenibilidad y la fabricación vehículos eléctricos y convertirnos en un país muy atractivo para que los fabricantes de coches nos vean como un lugar donde se pueden implantar». Echevarría también mencionó el apoyo al «consumo, la compra y la utilización de los vehículos, tanto de particulares como de las empresas, para renovar sus flotas con el objetivo de electrificarlas para que emitan menos y sean mas sostenibles».
En esa misma línea, el director xeral de Mobilidade insistió en que «estamos ante una oportunidad de cambio en la movilidad». Una más verde y sostenible y con menos emisiones. Desde las administraciones, como gestores de los fondos, la apuesta apunta hacia esa transformación. Con tres líneas principales. La primera con el objetivo de renovar las flotas, tanto de autobuses como de camiones. La segunda, dirigida a las infraestructuras y, la tercera, para mejorar la información que llega a los usuarios. Maestro explicó: «Nosotros tenemos que ver la cadena de la movilidad, quién se mueve, en qué se mueve y qué utiliza para moverse». Y concretó que, desde el punto de vista del parque móvil, las partidas europeas prevén ayudas para la renovación flotas en varias direcciones: el achatarramiento de vehículos viejos, el fomento de la compra de vehículos de motores con una propulsión menos contaminante, la transformación de vehículos que actualmente circulan por las carreteras hacia energías más limpias y, por último, las asociadas a puntos de recarga de ese tipo de vehículos. «Ahora mismo, en esa línea, para Galicia manejamos 12 millones de euros que contamos que salga en el DOG el próximo mes de marzo». Por otro lado, las ayudas para el impulso de las sendas verdes, los aparcamientos disuasorios con puntos de recarga, las plataformas reservadas para el transporte público y la mejor accesibilidad y conectividad de las paradas de autobús: «Tendrán una potencia de 62 millones de euros». La transformación, matizó Maestro, «no puede ser abrupta» porque «aunque todos tenemos muchas ganas de que llegue la movilidad eléctrica y el hidrógeno, tenemos un parque móvil de camiones, autobuses y vehículos particulares que debe de llevar una transición continua hacia esa movilidad más sostenible».
Las dificultades que se encuentra una empresa o cualquier administración a la hora de renovar sus flotas son cada vez más pequeñas. No obstante, el director general de Aedive indicó que «la disponibilidad de portfolio de vehículos debería ser más amplia» y mencionó el precio. «También tenemos una barrera todavía diferencial, aunque luego hay que diferenciar el coste de propiedad de los vehículos porque ahí sí que es donde es mucho más barato el eléctrico y se compensa». Aún así, apostó por aprovechar las ayudas — citó el plan Moves—, y abogó por el despliegue de infraestructuras de recarga con la colaboración con la administración.
Un corredor de infraestructuras de recarga desde Francia hasta el norte de Portugal
El cambio en el paradigma de movilidad es innegable. Para el director general de Aedive, la llegada de los fondos Next Generation abre todo un horizonte de «esperanzas». Pérez de Lucía detalló que en España «tenemos 16 fábricas que ensamblan vehículos y exportan el 80% a mercados exteriores». Pero, sobre el futuro, fue contundente al remarcar que «o empezamos a trabajar para desarrollar productos que sean comercializables o vamos a tener un problema. Esa transformación va a ser dura, nadie lo niega y necesitaremos la ayuda y colaboración público-privada». A su juicio, Galicia afronta este proceso con grandes oportunidades. En concreto, explicó: «Llevamos tiempo trabajando sobre el desarrollo de un corredor cantábrico para despliegue de infraestructuras de recarga que salga desde Francia, vaya por País Vasco, Cantabria, Asturias, llegue a Galicia y que siga camino de Portugal». En lo que a desarrollo de la movilidad sostenible se refiere, Galicia —aseguró— es la que menos número de matriculaciones registra y menor despliegue de infraestructuras de recarga. A pesar de ello, hizo hincapié en el ecosistema empresarial gallego con Stellantis a la cabeza. Un desarrollo tecnológico avanzado del que también presumió al hablar del grupo Marsán, Movelco o Little Car.
Las soluciones financieras cumplen su papel como uno de los eslabones de la transición hacia una movilidad más sostenible. Como entidad, BBVA —señaló Echevarría— «vemos que las opciones como el leasing o el renting son muy favorables porque permiten proteger a la empresa y también a la administración pública que pueda optar por esa vía». En el caso de particulares, han desarrollado productos específicos como el préstamo de coche ecológico destinado a eléctricos, híbridos o enchufables de muy bajas emisiones que facilita el acceso a la financiación para la compra de esos vehículos. Como tercera pata, la transformación de el concepto de concesionarios, de la mano de Faconauto, hacia «lo que llamamos econcesionario».
Por su parte, Maestro —como buen gallego—, apostó por el «sentidiño» a la hora de encarar la transición hacia la electromovilidad: «Tenemos que tener progresividad en el cambio para que este no nos lleve a poner normas inalcanzables por ser muy loable la búsqueda de no contaminar».