La Xunta invertirá 900 millones en tres años para afianzar la FP de excelencia

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Apuesta por diseñar ciclos que cubran las necesidades de las empresas

10 feb 2022 . Actualizado a las 20:26 h.

La formación profesional se ha convertido en la niña bonita del sistema educativo gallego. El desarrollo que experimentó en los últimos años no solo contribuyó a rebajar de forma notable la tasa de abandono escolar, que pasó del 25,6 al 8,1 % en la última década, sino que el elevado grado de empleabilidad que logran los alumnos que la cursan, de hasta el 96,6 % del total en el caso de la FP dual, son razones de peso que han llevado al Gobierno gallego a redoblar su apuesta por esta especialidad con la aprobación de la estrategia específica para consolidar un modelo de excelencia muy orientado a las necesidades del tejido productivo, y que lleva aparejado una inversión de 900 millones de euros hasta el año 2024.

El Consello de la Xunta aprobó ayer la llamada Estratexia de Formación Profesional de Galicia 2030, un documento que traza siete ejes de actuación prioritaria en este ámbito y que esboza 44 medidas concretas para avanzar hacia una formación más personalizada, que ponga siempre el foco en la inserción laboral y que tendrá un desarrollo mucho más amplio en las comarcas alejadas de los grandes centros urbanos. No en vano, el 36 % dos 216 centros que imparten ciclos formativos están ubicados en entornos rurales.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, volvió a utilizar en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consello el concepto de «revolución silenciosa» para referirse a la transformación de la FP gallega. Destacó que el número de matriculados en las diferentes especialidades profesionales creció un 60 % desde el 2009, y que casi el 85 % de los titulados en FP, es decir, más de cuatro de cada cinco, encuentran trabajo casi siempre en la empresa en la que realizan las prácticas.

En el caso de la FP dual, que prevé estancias mucho más amplias para la capacitación del alumnado en las empresas, la inserción laboral es once puntos más alta, de ahí que la Consellería de Educación apueste por incrementar este segmento, por cubrir nuevos nichos de actividad con demanda laboral y por implicar cada vez a más empresas colaboradoras, que desde la implantación de la FP dual en el año 2013 suman ya 571 en Galicia.

La estrategia aprobada por la Xunta para el horizonte del 2030 se centrará —explicó Feijoo— en apuntalar una formación profesional adaptada a las personas y al sistema productivo, además de invertir en el profesorado y en infraestructuras.

De lo que se trata, en primer lugar, es de «deseñar unha oferta formativa específica para as necesidades das empresas galegas», y de reforzar la red de centros de excelencia, con la creación del nuevo Centro Galego de Innovación da Formación Profesional (CGIFP), que tendrá sede en Ourense, y que será la punta de lanza de esta red que se irá ampliando para darle cobertura a toda Galicia.

La apuesta por la innovación y la digitalización, con el desarrollo de la FP online y la industria 4.0, también aparece reflejada en la nueva estrategia, a la par que la internacionalización de esta modalidad formativa. En Galicia hay en torno a 4.000 estudiantes de FP que salieron al extranjero a cursar un Erasmus, así que el propósito de Educación es aumentar las estadías y el plurilingüismo en la formación profesional, y hacerla también atractiva para el retorno de los descendientes de los emigrantes gallegos.

El gasto en los talleres de empleo crecerá un 23 % para contratar a 1.600 parados

La Administración gallega ampliará en un 23 % el presupuesto destinado a los talleres de empleo 2022-2023, rebautizados ahora como Obradoiros Duais de Emprego, con los que se pretende incentivar la contratación de unas 1.600 personas en paro en algunos de los ochenta talleres que se impartirán.

La Consellería de Emprego e Igualdade destinará a esta iniciativa 42,1 millones de euros y, como novedad, la duración de la formación y los contratos bonificados será más amplia, pues pasará de los 9 a los 12 meses.

La conversión de los tradicionales talleres de empleo, realizados en colaboración con los concellos, en talleres duales de empleo se debe a que los alumnos, aparte de formarse en una determinada actividad durante varios meses, recibiendo una remuneración por ello, podrán obtener al final un certificado profesional, a la vez que se le brindará la posibilidad de trabajar en una empresa del entorno por un mínimo de tres meses más a jornada completa. Para hacerlo posible, la Xunta concederá incentivos a las firmas colaboradoras, un modelo que se inspira en el de la FP dual.

A las ayudas para la creación de los talleres duales de empleo podrán acceder, además de los ayuntamientos, las mancomunidades y entidades sin ánimo de lucro del sector forestal. La selección priorizará a las personas con dificultades de inserción laboral, como los emigrantes retornados, víctimas de violencia de género, personas sin subsidios o parados de larga duración.