Así se sintieron los terremotos: «Temblaron hasta los cimientos de la casa»

María Hermida / Fran Brea / A. Gerpe / Toni Longueira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los dos principales seísmos fueron perceptibles en toda la franja atlántica gallega

28 ene 2022 . Actualizado a las 10:39 h.

La tierra tembló ayer en las Rías Baixas. El reloj marcaba las 14.57 horas cuando un primer terremoto de 3,7 de magnitud en la escala Richter sacudió las rías. Cuando a muchos todavía no se les había pasado el susto o no habían asimilado ese primer temblor, llegó otro más intenso, de 4,6 de magnitud, a las 15.44 horas. Este segundo fue mucho más perceptible y, en cuestión de minutos, las redes sociales se llenaban de comentarios de vecinos preguntándose qué había sucedido. Según indica el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el epicentro de los temblores se sitúa en aguas del Atlántico, a tres kilómetros de profundidad, al noroeste de las Rías Baixas. Las réplicas se sucedieron en las horas siguientes, una de ellas con epicentro en Ribeira, pero muy débiles y por tanto imperceptibles.

De todas formas, la tierra lleva temblando varios días en Galicia. En la página del IGN se registran pequeños terremotos en las últimas horas, de magnitudes difícilmente perceptibles en sitios como Tomiño o A Cañiza (de 1,9 de magnitud). Hace tres días, también hubo un terremoto en Mondariz que se sintió en la ría de Pontevedra. En ese caso, el Instituto Geográfico Nacional informó de que el movimiento sísmico se produjo a las 2.58 horas de la madrugada del lunes, a una profundidad de 23 kilómetros y con una magnitud de 3,4 en la escala Richter.

Testimonios

Hay testimonios por doquier de ciudadanos que vieron cómo se movían los muebles o notaron cómo temblaban las paredes en Pontevedra y Vilagarcía, por poner dos ejemplos. También se sintió en la comarca de Barbanza o incluso en Santiago. En realidad, sus consecuencias se notaron en toda la franja atlántica, desde A Guarda hasta Ferrol. Y no se quedó ahí, pues también hay referencias del seísmo —constatadas por el Instituto Geográfico Nacional (IGN)— en ciudades de Ourense y Lugo, o concellos como O Carballiño y Monforte de Lemos. Posteriormente llegaron otras dos réplicas, una de 1,9 a las 15.55, y otra de 2,5 a las 15.58 horas.

La comarca de Barbanza fue uno de las zonas donde el terremoto fue más sentido. En Corrubedo, Rodrigo Fresco comenta que estaban acabando de comer cuando «empezou a tremer todo». «Mirei para fóra pensando que era un camión, pero vin que non pasara ningún», asegura Rodrigo, que reside en la carretera que conduce al faro de Corrubedo. Inmediatamente consultó en la página del Instituto Geográfico Nacional, al que notificó mediante un cuestionario que había detectado el temblor. En otra vivienda de Muros, la situación fue similar. Sentado en el sofá, Manuel Candamo percibió sin lugar a dudas que el suelo vibraba. Contactó con un grupo de WhatsApp para saber si alguien más había percibido algo y una lluvia de mensajes procedentes de lugares tan dispares como Santa Comba o Cee certificaban que también lo habían detectado.

Rápidamente se extendió la noticia. En Boiro, Dani Gestoso figura entre quienes tuvieron claro desde el primer instante de que se trataba de un movimiento de tierra. También en A Pobra do Caramiñal o Rianxo comenzaron a surgir comentarios sobre lo sucedido.

Costa da Morte

También fueron muchos los vecinos los que sintieron los temblores en la Costa da Morte. José Manuel Blanco Lema, agente de la Policía Local de Muxía, relató su versión de lo ocurrido: «Estaba en casa haciendo cosas mientras miraba la televisión. De repente escuché como un ruido, y vi que se movían las cosas y los adornos que tenemos encima de los muebles. Fue algo que duró unos segundos, pero lo sentimos. Y no solo nosotros. En Muxía el terremoto se percibió mucho». Y añadió: «Acaba de llegar el pequeño del colegio, que está a cuatro kilómetros de Muxía, y me comenta que también sintieron el terremoto».

En Carballo y en Zas también se notaron los efectos del segundo temblor: «Estaba na casa, e de súpeto as fiestras tremeron de forma parecida a cando pasa un camión de gran tonelaxe preto dunha casa. Durou uns segundos pero todo se moveu baixo os meus pes», apuntó una vecina de Zas, quien señaló que se pusiera en contacto con gente de Santiago que le aseguraron haber sentido el segundo seísmo con total nitidez.

Los dos principales terremotos también se sintieron en lugares como Vilagarcía, Vigo o Lalín.

«Parecía que se nos iba a caer la pared». Minutos antes de las cuatro de la tarde, Beatriz H. Cortés acababa de acomodarse en la sala de su vivienda en Vilagarcía. Estaba sola y se disponía a echar un ojo a la televisión cuando un temblor inesperado lo sacudió todo. «Todo retumbó y los jarrones se movieron, me dio la impresión de que incluso se nos iba a caer la pared». No pensó en que su origen pudiese ser un terremoto.

«Me asusté, pero no pensaba que era un terremoto». Ana Agustí vive con su pareja en una casa con terreno en la parroquia de Cornazo, en Vilagarcía. «De repente, todo tembló, hasta los cimientos, así que me asusté un poco, la verdad, pero no me imaginaba que fuese un terremoto», confiesa. Es más, Ana llegó a pensar que el estruendo y el movimiento podían haber sido causados por las obras que se están desarrollando en una finca cercana.

 «Estaba no sofá e sentín como se me botara para fóra». Carmen Ansedes vive en un edificio en el centro de Lalín. Cuenta que estaba tumbada en el sofá «e sentín como se me botara para fora, como que me expulsaba do sofá». Duró, dice, unos segundos. A través de Facebook lanzó una pregunta: «Estou soñando ou acaba de haber un tremor en Lalín?».

  «O primeiro que pensei foi que era un tractor». En la parroquia lalinense de Camposancos, Luz Oro señala que en esa zona se sintió «perfectamente». «O primeiro que pensei foi que era un tractor que pasaba, pero era algo distinto. Notei que se movía o terrazo, era como se o chan se movera. Os mobles non se moveron, pero xa vin que era un tremor».

 «Se movió el sofá». Numerosos ciudadanos notaron el seísmo en Vigo. «Se movió el sofá durante unos segundos», afirmó Rosa María, vecina de la calle Venezuela. «Fue tan rápido que me quedé preguntando si era verdad o impresiones mías, pero me sacó de dudas un amigo», comentó Merche.

Uxía, con sus gatos
Uxía, con sus gatos CAPOTILLO

«Los gatos estaban muy nerviosos y temblando, yo estaba alucinada»

 m. h.

Uxía López Castesano vive en un sexto piso de la calle San Antoniño de Pontevedra. Poco antes de las cuatro de la tarde de ayer, cuando la tierra tembló por segunda vez, ella estaba tranquila descansando en su hogar. No le dio tiempo a ver si los libros o las paredes se movían. Lo que le pasó fue que sus gatos, sus queridos Chani y Luffy, se volvieron locos. «Estábamos en calma y de repente veo que la gata empieza a bufar y a erizarse, algo que no es normal. Y el gato a todo correr hacia el rascador, volviéndose loco totalmente. Yo no entendía nada», indica.

No llegó a percatarse de que se había registrado un temblor. Y se marchó a trabajar con mal cuerpo, porque pese a haber pasado varios minutos no lograba tranquilizar a sus felinos. «Estaban súper nerviosos y temblando, yo estaba alucinada», dice. Bajó a la calle y, entonces sí, le llegó una notificación de que se había producido un terremoto: «Entonces entendí todo y supe qué era lo que le pasaba a los gatos. Es algo que también les sucede cuando va a haber tormenta fuerte y hoy, de nuevo, demostraron que son muy inteligentes y que lo sienten todo».

Con información de María Hermida, Fran Brea, Ana Gerpe,Toni Longueira, Serxio González, Rocío Ramos y Alex Martínez.