Un sistema de balizas inteligentes evitará tres de cada cuatro cierres del tramo con niebla de la autovía del Cantábrico

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, comprueba una de las balizas
El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, comprueba una de las balizas Eliseo Trigo

Se trata de una solución intermedia mientras no se licitan las definitivas. Desde septiembre del 2014 a noviembre del 2021, la autovía permaneció cerrada en este tramo durante 3.281 horas.

25 ene 2022 . Actualizado a las 19:34 h.

El Gobierno, a través de la Dirección General de Tráfico (DGT), ha desplegado un sistema de balizas inteligentes en el tramo de la autovía del Cantábrico (A-8) afectado por la niebla que evitaría tres de cada cuatro cierres del recorrido entre A Xesta (Abadín) y Mondoñedo, el único en España que se cierra periódicamente por este fenómeno meteorológico consistente en unas brumas que ascienden desde el mar a la montaña, especialmente entre abril y septiembre. Más de siete años después del accidente múltiple que costó la vida a una persona, la DGT ha instalado un sistema de señalización lumínica en los bordes de la calzada «pionero en Europa», que puede reducir en un 78 % los cierres intermitentes en el alto de O Fiouco, que obligan a los conductores a circular por la N-634.

El nuevo sistema, que ha costado algo más de 870.000 euros y que servirá de transición a las medidas definitivas que está evaluando el Ministerio de Transportes, permite reducir el umbral mínimo de visibilidad con el que se decreta el corte de este tramo de la transcantábrica. Si antes era de 40 metros, ahora será de 30. «Con las balizas nuevas operativas, este umbral mínimo de visibilidad pasa a 30 metros, lo que incrementa significativamente el tiempo operativo de la vía», aseguró el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, que ayer visitó el alto de O Fiouco para supervisar la puesta en marcha de este dispositivo de señalización con baja visibilidad.

El sistema consta de 372 balizas detectoras en los márgenes externos en sentido ascendente y descendente y separadas 50 metros entre sí. Cada dispositivo cuenta con dos ventanas lumínicas: la de la parte inferior con leds ámbar y la superior con leds rojos, sobre un poste de 1,50 metros. Estas luces se van encendiendo para señalizar los márgenes de la calzada, pero también para avisar de la presencia de vehículos por delante, evitando así eventuales choques por alcance, que suelen terminar en colisiones múltiples. Si el vehículo previo está cerca, se enciende la señal roja para que el conductor reduzca la velocidad.

Desde septiembre del 2014 a noviembre del 2021, la autovía permaneció cerrada en este tramo durante 3.281 horas. Con las nuevas balizas operativas, se calcula que la afección a la operatividad de la autovía se reduciría a tan solo 722 horas.

Objetivo: cero cortes

El objetivo, no obstante, es no tener que cortar periódicamente este tramo de la A-8. Por ello el Ministerio de Transportes continúa trabajando en las soluciones definitivas, que se experimentaron in situ mediante prototipos a lo largo del año pasado. Este proceso de ensayos ha terminado y ahora un equipo técnico de la Dirección General de Carreteras está analizando cuáles son los más apropiados de cara a la licitación definitiva.

Los primeros en ser probados fueron los dispositivos de ayuda a la conducción, un sistema de balizamiento lateral con luz láser y otro de señalización horizontal con luces leds que se proyectan sobre la calzada. En diciembre se dio por terminada la fase de experimentación de los ingenios seleccionados para reducir, desviar o incluso eliminar la niebla, construidos sobre el terreno en una zona que está a 700 metros de altitud.

Uno de ellos consistía en una pérgola con aspersores de sustancias higroscópicas, capaces de condensar las pequeñas gotas en suspensión para que se precipiten al suelo. El otro es un sistema mixto que combina barreras cortavientos fijas con grandes ventiladores que dispersan la bruma.