Las farmacias podrán asumir tareas como medir la tensión para evitar consultas en primaria

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

César toimil

En el primer trimestre de este año comenzarán a suministrar pastilleros, que serán gratuitos para muchos pacientes

25 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las farmacias gallegas han sido esenciales durante la pandemia: repartieron mascarillas, entregaron medicamentos a domicilio, emitieron certificados covid, hicieron test de antígenos, realizaron vigilancia epidemiológica... Unas tareas que demuestran la labor asistencial de estas oficinas y que el Sergas quiere intensificar. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, apuntó en unas jornadas organizadas por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, asedef.org, que las farmacias pueden jugar un papel fundamental, sobre todo en aspectos relacionados con la cronicidad. Así, apuntó posibles prestaciones que podrá asumir la botica, como la toma de la tensión arterial: «Hay algunos parámetros biológicos que pueden seguirse en casa, y aquellos ciudadanos que no tengan medios o estén más cómodos tomándose la tensión en la oficina de farmacia creemos que pueden hacerlo allí».

Las farmacias tienen acceso a la historia clínica, por lo que este servicio evitaría visitas a los centros de salud. En la actualidad los profesionales de la botica ya toman la tensión, pero a título particular y sin que conste en la historia electrónica ni forme parte de la prestación asistencial. Desde el Sergas aseguran que no solo podrán colaborar en esta sino en otras prestaciones como mejorar la adherencia del paciente a los tratamientos o elaborar cuestionarios de estilos de vida.

Precisamente uno de los servicios relacionados con la cronicidad que en breve pondrán en marcha las boticas es la elaboración de pastilleros para los pacientes polimedicados. La Xunta ultima el decreto que regula este proceso y podrán comenzar a distribuirse en este primer trimestre. De momento falta por cerrar cómo se abordará el modelo de coste de estos sistemas personalizados de dosificación, es decir, quién asumirá el precio de su elaboración, pero García Comesaña aseguró que, «en muchos casos no tendrá ningún coste adicional para el paciente en función de la patología o el tipo de fármaco, una buena parte sí va a ser financiado sin ningún tipo de coste para el usuario».

El rol de las farmacias es fundamental en una comunidad dispersa como la gallega: hay al menos cuatro boticas por cada centro de salud y cada día dispensan 210.000 recetas. En esta pandemia descargaron un millón de certificados covid y lo han hecho sin ninguna contraprestación. Solo ha habido compensaciones «mínimas», aclaró el conselleiro, por registrar los test positivos cuando estos se hacían en la farmacia, pero no por emitir certificados ni por facilitar las pruebas gratuitas a los escolares de 5 a 11 años: «Es cierto que podían elegir no hacerlo, pero las farmacias que se adhirieron no tuvieron compensación económica», explicó el conselleiro.

Renovar recetas por e-consulta

El papel del farmacéutico es también importante en los centros de salud y más ahora que los médicos de familia están sobrecargados con las consultas derivadas del covid. Hay 86 trabajando en atención primaria y los presupuestos del 2022 recogen la creación de 28 plazas más. Entre sus nuevas funciones está la renovación de recetas de pacientes crónicos cuando el médico de familia no tiene hueco para atender esta demanda. También, señaló el conselleiro, se podrá hacer esta renovación de medicamentos a través de la e-consulta, sin cita presencial ni telefónica.

Sanidade ahorrará 762 euros por enfermo y año centralizando los medicamentos de las residencias

Las residencias de mayores de más de cien plazas establecen convenios con el Sergas y este suministra de forma centralizada los fármacos de los usuarios, que solo tienen que abonar su parte del copago. Sin embargo, el nuevo modelo de centros que pondrá en marcha la Consellería de Política Social amplía esta modalidad a aquellas que tienen más de noventa usuarios, lo que supone en torno al 31 % de las residencias de Galicia pero el 70 % de las plazas, según los datos facilitados por Julio García Comesaña. Estos fármacos se suministrarán a través del servicio del hospital de referencia, lo que permitirá un seguimiento y evaluación de la adherencia terapéutica de los residentes y liberará a los médicos de primaria de prescribir recetas para más de cuatro mil pacientes crónicos. Según Comesaña, esta medida supondrá además un ahorro de tres millones de euros al año, 762 euros por paciente y año.

Críticas

El suministro de los medicamentos de forma centralizada supone un ahorro para la Xunta y quizás más comodidad para las residencias, pero deja una incógnita, ¿qué pasará con las oficinas de farmacia que surtían a estos centros, muchas veces boticas rurales? Desde el Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra ya han alertado sobre ese problema.