Los atracos y asaltos se disparan en el norte de la comunidad y bajan en casi toda la zona sur
El 2020 fue en toda España y Galicia un año con menos actividad de los ladrones que en los anteriores. Pero el confinamiento y la pandemia no han conformado un escenario que haya propiciado una bajada de la delincuencia en todos los sitios. Prácticamente todo el sur de la comunidad gallega tuvo en los nueve primeros meses del año pasado menos denuncias por robos y hurtos que el ejercicio anterior, cuando el covid llevó a limitar drásticamente los movimientos de la población.
De los once concellos gallegos de más de 20.000 habitantes de las provincias de Pontevedra y Ourense, tan solo en dos subió la incidencia de este tipo de delitos entre enero y final de septiembre pasado. Así ocurrió en Vilagarcía (creció el número de robos un 27,7 %) y Vigo (3 %). En las demás, la tendencia fue contraria, a la baja. En Ponteareas el número de casos registrados policialmente de robos y hurtos, según la base de datos del Ministerio del Interior, tuvo la mayor bajada de Galicia, con un 38 %, seguida de Cangas (-37,7) y Lalín (-33,9). En todo el norte, solo bajó la actividad de los ladrones en Ferrol (-3,8) y Santiago (-0,7). Todas las demás urbes de A Coruña y Lugo vieron crecer el volumen de robos, como ocurrió en el conjunto de Galicia. Destaca sobre todos el caso de Ribeira, donde dicha incidencia se disparó en un 43 %, como un 40 % también en A Coruña ciudad, y solo unas décimas menos en Cambre, situándose en la parte alta también Oleiros, Ames y Culleredo.