El 70 % de los robos perpetrados en Galicia se quedan sin esclarecer

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

Policía y Guardia Civil apuntan a las bandas itinerantes y la falta de medios

24 ene 2022 . Actualizado a las 14:56 h.

Cada día se denuncian en Galicia 58 hurtos y robos. Y el 71,7 % de ellos se quedan sin resolver, sin desvelarse su autoría ni recuperar los bienes sustraídos. De 21.090 casos tan solo en 5.949 se acabó identificando a los autores.

Las cifras las conforma el Ministerio del Interior con las denuncias formuladas en el 2020 ante los cuerpos policiales de todo el país, anticipando un cierre estadístico del 2021 con un 6 % más de robos en la comunidad gallega hasta finales de septiembre. El confinamiento contra la pandemia del año anterior moderó entonces la actividad delictiva.

El nivel de esclarecimiento de hurtos (sustracción de un bien sin empleo de fuerza o violencia) y robos (cometidos con el forzamiento de accesos o intimidación), es en todo caso en Galicia mejor que el conseguido en el conjunto del Estado, donde hasta el 81,5 % de este tipo de delitos no son resueltos.

Pero no todas las acciones delictivas tienen aparentemente el mismo seguimiento policial. Los robos con fuerza en el interior de los vehículos son en los que menos se descubre a los ladrones. De los 7.538 denunciados en Galicia en el año de referencia, solo a 330 se logró poner un nombre propio, un 14,4 %. Por encima de los robos en coches se registran incluso en Galicia más accesos contra viviendas para cometer robos. Llegaron a 2.403, casi siete al día, y los casos resueltos solo sumaron 473. Uno de cada cinco asaltos forzando puertas o ventanas no fueron solventados.

La eficacia policial crece sin embargo ante los robos con violencia. Los cometidos de esa forma sobre establecimientos fueron resueltos en un 72 %; en un 61 % cuando la violencia e intimidación se ejerció para robar en hogares contra sus moradores, y se resuelven algo más de la mitad de los robos violentos perpetrados en la calle, cifra similar a la que da la identificación de los autores de sustracción de vehículos.

Alarma social

«Los robos que son realizados con violencia o intimidación acaban propiciando una mayor atención policial a causa de la alarma social que generan», explica Roberto González, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Galicia. Considera el representante laboral que el gran problema de España es hacer frente a la reincidencia de muchos delincuentes, circunstancia que estima junto a sus compañeros que se ha disparado durante el 2021 a causa de un repunte de las adicciones. «A los habituales que acumulan delitos contra la propiedad, robo de móviles, en vehículos... los detienes y a los cinco días te los vuelves a encontrar». Asegura González que la mayoría de los ladrones que actúan en Galicia ya calculan no robar en un mismo golpe objetos por valor de más de 400 euros. «Con menos, los identificas, abres diligencias y los tienes que dejar ir», explica.

Suma el representante policial un problema añadido: las mascarillas, que hacen más difícil que las víctimas o testigos aporten datos clarificadores. «Hace falta en todo caso más personal de investigación. Ahora, con los medios que tenemos, hay que priorizar a qué nos dedicamos», concluye Roberto González, que reclama más ordenadores, memorias externas para copiar el contenido de cámaras de negocios y urbanas, así como programas para mejora de vídeos, que no les haga depender de la ayuda de empresas especializadas, como ocurrió con el asesinato en A Coruña de Samuel Luiz.

Bandas itinerantes

Para Óscar Fustes, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Galicia, las estadísticas de robos se están disparando a causa de la acción de las bandas itinerantes. «No cometen diez delitos cada vez que vienen, sino cincuenta», asegura. Para ganar tiempo y efectividad, reclama la unificación de las bases de datos de Policía Nacional y Guardia Civil. Y sobre todo, una mayor presencia de agentes de seguridad ciudadana en la calle. «Si nos vieran de manera frecuente patrullando, muchos desistirían de delinquir». Reorganizar el mapa de cuarteles de la Guardia Civil es básico para Fustes, eliminar puestos de oficina en cada cuartel y liberarlos para patrullas. «Los ladrones nos estudian, saben cuántas veces pasamos por un sitio, con cuánta frecuencia, y si no nos ven, entonces se sienten impunes», advierte.

GPS, tabletas y móviles con los que poder acceder a las bases policiales son escasos, lamenta Fustes, «y eso tiene consecuencias».

Los atracos y asaltos se disparan en el norte de la comunidad y bajan en casi toda la zona sur

El 2020 fue en toda España y Galicia un año con menos actividad de los ladrones que en los anteriores. Pero el confinamiento y la pandemia no han conformado un escenario que haya propiciado una bajada de la delincuencia en todos los sitios. Prácticamente todo el sur de la comunidad gallega tuvo en los nueve primeros meses del año pasado menos denuncias por robos y hurtos que el ejercicio anterior, cuando el covid llevó a limitar drásticamente los movimientos de la población.

De los once concellos gallegos de más de 20.000 habitantes de las provincias de Pontevedra y Ourense, tan solo en dos subió la incidencia de este tipo de delitos entre enero y final de septiembre pasado. Así ocurrió en Vilagarcía (creció el número de robos un 27,7 %) y Vigo (3 %). En las demás, la tendencia fue contraria, a la baja. En Ponteareas el número de casos registrados policialmente de robos y hurtos, según la base de datos del Ministerio del Interior, tuvo la mayor bajada de Galicia, con un 38 %, seguida de Cangas (-37,7) y Lalín (-33,9). En todo el norte, solo bajó la actividad de los ladrones en Ferrol (-3,8) y Santiago (-0,7). Todas las demás urbes de A Coruña y Lugo vieron crecer el volumen de robos, como ocurrió en el conjunto de Galicia. Destaca sobre todos el caso de Ribeira, donde dicha incidencia se disparó en un 43 %, como un 40 % también en A Coruña ciudad, y solo unas décimas menos en Cambre, situándose en la parte alta también Oleiros, Ames y Culleredo.

Destaca en el caso coruñés la incidencia del número de robos con fuerza en domicilios, 277 con lo que da incluso uno al día durante los tres primeros trimestres del año pasado. En Ourense llegan a 236 y en Vigo a 235, como los tres puntos donde la incidencia de este tipo de golpes se dispara, sumando en el conjunto de la comunidad en el mismo tiempo hasta 1.795 casos, frente a los 1.837 del 2020.