Otros asuntos
Autovías, AP-9 y el pago por uso. La Xunta quiere conocer cuáles son las prioridades de la nueva cúpula de Transportes sobre las autovías pendientes. Pero también se interesará por una posible revisión de los acuerdos con Audasa, especialmente el de la ampliación de Rande, así como el contencioso por las prórrogas de la concesión. Y saber (aunque puede ser prematuro) cómo afectará a Galicia el plan para cobrar en las autovías.
pablo gonzález
«Es imprescindible para la competencia [de Renfe] y debe abordarse de forma planificada». Esta afirmación presente en el informe técnico de la Xunta sobre su propuesta de cambiar el ancho entre Santiago y Ourense es el factor que ha animado al presidente de Galicia a plantear esta posibilidad a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y a su equipo, con los que se reunirá el viernes en Santiago. La idea tiene dos partes diferenciadas, pero complementarias. Por un lado, el Gobierno gallego quiere que el Ministerio de Transportes presente una planificación definitiva de cómo será el cambio del ancho ibérico al internacional tanto en la conexión Santiago-Ourense como en el eje atlántico, con plazos, fases intermedias y horizonte definitivo. Sobre todo teniendo en cuenta que, según los planes de la UE, el eje atlántico debería ser interoperable —y por tanto tener ancho internacional— en el 2030, pues es parte de la red transeuropea de transportes. Por otra parte, el Ejecutivo gallego cree que la línea sería más atractiva para los operadores privados si sus trenes de alta velocidad pudieran llegar a Santiago, pues su acceso a trenes de ancho variable es muy complejo e implica inversiones que son trabas a la libre competencia.
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