—¿La Xunta pondrá en marcha más medidas para descongestionar la primaria?
—Ya está operativa la posibilidad de dar el alta y la baja en el mismo acto, aunque hemos tenido que hacer un desarrollo informático porque la Seguridad Social nos ha dicho: 'pueden hacerlo pero mándenlo como siempre'. Los partes de incapacidad temporal, además, van a poder recogerse en e-saúde, sin necesidad de que el médico los imprima o los mande al administrativo. También seguimos con el plan XIDE, para que el paciente diga el motivo de la consulta y se establezca ya qué profesional tiene que atenderlo, sin que pase todo por el médico de familia.
—Este plan se está pilotando, ¿tiene resultados?
—Sí, y muy interesantes. Vamos a compartirlos con el Consello Técnico de Atención Primaria, sindicatos y colegios profesionales. Hemos visto cuáles son los motivos de consulta y cuáles se pueden resolver sin ir al médico.
—¿Hay un porcentaje significativo de consultas que no tienen por qué acabar en el médico?
—Sí, se constata lo que sabíamos. Hay consultas que se pueden resolver sin ir al médico de familia, sabemos cuáles y las tenemos cuantificadas. Sabemos que procesos son y qué porcentaje suponen sobre el total. Por ejemplo, ver resultados de analíticas o pedir una nueva cita para un especialista porque no el paciente no pudo acudir.
—¿Qué parte de la jornada supone sobre el trabajo diario del médico?
—Vamos a hablarlo primero con el Consello Técnico, sindicatos y colegios.
«La población no vacunada no llega al 6 % y en uci supone el 53 %, la vacuna funciona»
Rebasando ya el pico de la sexta ola, el conselleiro de Sanidade es prudente a la hora de hacer previsiones, y es que el comportamiento de ómicron en un contexto con pocas restricciones es incierto.
—¿Ha pasado lo peor de esta sexta ola?
—Nos gustaría pensar que sí pero somos prudentes. Todo parece indicar, sobre todo por la incidencia a 7 y 14 días, que estamos rondando ese pico.
—Con menos de 600 ingresos, ¿qué previsión tiene sobre el comportamiento de los hospitales?
—Estamos en una situación contenida. Hasta ahora sabíamos que una semana después del pico de casos activos llegaba el de hospitalización, y una semana después el de uci. Si eso fuera así podríamos esperar aún una semana de aumento de casos de hospitalización y después de uci. Pero esto pasaba con otras variantes y en momentos con medidas más restrictivas, por lo que tenemos que ver si esa disminución de interacción provocada por unas medidas que ahora ya no tenemos y que corroboraba este modelo de casos activos y de hospitalización, se repite ahora.
—La mitad de los pacientes de la uci no están vacunados, ¿se traslada esta proporción a todos los hospitalizados?
—No, según los datos del lunes de los 549 pacientes ingresados el 16 % no estaban vacunados, y en uci eran el 53. Pero en Vigo este 53 se convierte en un 75 % y en Lugo y Santiago en más de un 70 %. El mensaje es que por favor la gente se vacune. La población no vacunada no llega al 6 % en Galicia y en uci supone el 53 %, la vacuna funciona y evita enfermedad grave. Y no solo grave, porque el 6 % de la población no vacunada genera el 16 % de los ingresos en planta.
—Galicia registra entre 7.000 y 8.000 bajas laborales al día, ¿supone un problema el absentismo por covid entre los sanitarios?
—La tasa de absentismo por covid supone un problema en todos los colectivos, en empresas públicas o privadas. Nosotros tenemos 1.400 positivos con covid a día de hoy (miércoles), y es un número que nos afecta.
—¿Cuándo finalizará la vacunación de los mayores de 18 años?
—No tenemos una previsión, pero en todo caso estará marcada por los cinco meses que hay que esperar para la dosis de refuerzo.
—La Xunta ha prorrogado la mayoría de las restricciones de Navidad hasta el 29 de enero, ¿se levantarán las medidas a partir de ese momento?
—Vamos a ver cómo sigue la evolución. Ojalá podamos rebajar esas limitaciones que en todo caso son muy ligeras, porque la hostelería durante la semana cierra una hora antes, y en el ocio nocturno se mantiene la apertura hasta las tres. Son dos restricciones bastante llevaderas, entre comillas, en este contexto actual.
—¿Qué ocurrirá en Carnavales, habrá medidas específicas?
—Todavía está muy lejos. Estamos haciendo un protocolo de medidas generales, que valgan para el Carnaval en este contexto y en otro que pueda haber. Las medidas que podamos tomar serán del estilo de las de Navidades, potenciar mucho el exterior y limitar algo el horario en los eventos, medidas para contener un posible efecto de los contagios llegado el caso, y del requerimiento de hospitalización.
—¿Qué opina de la posibilidad de que Djokovic pueda disputar en España el Mutua Madrid Open sin estar vacunado?
—A la vista de los datos de vacunación que tenemos en Galicia cualquier gallego podría aconsejar muy bien a Djokovic sobre lo que tiene que hacer, el sentido común gallego seguro que le ayudaba a vacunarse. Que pueda venir a España refleja lo que hemos dicho en algunas ocasiones, y es que las medidas de control en otros países son bastante diferentes. España queda como uno de los pocos países en los que un no vacunado puede ir a un torneo deportivo. A Galicia por ejemplo no podría venir, porque para los eventos deportivos masivos se exige el certificado covid.
j. v. lado
El médico internista Jaime del Barrio Seoane (Santander, 1954), especialista en gestión sanitaria, fue consejero de Salud de Cantabria y director general del Instituto Roche. Ahora trabaja como asesor sénior de Ernst & Young España y analiza la pandemia como un momento histórico del que aprender porque «sí o sí» se volverá a repetir.
—¿Le hubiese estimulado o asustado que le pillase la pandemia al frente de la consejería?
—Gustar, gustar no, pero no me hubiese preocupado excesivamente. Tanto como médico como en una responsabilidad pública, cuando estás al frente de determinadas circunstancias lo que tienes es que estar bien preparado para que cuando lleguen, las cosas vayan bien. No me tocó esta pero me tocaron otras, como la de la meningitis, la de las vacas locas... En esos momentos lo importante es que todo esté bien preparado, bien engrasado, y que se vayan dando las soluciones que vayan siendo necesarias en cada momento. En esta pandemia una de las cosas que hemos aprendido es que a aquellos que estaban bien preparados les ha afectado mucho menos. El reto es, después de dos años: cuánto hemos aprendido y cuánto de esto se va a quedar, porque, sí o sí, vendrán otras.
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