El ADIF ejecuta en el corredor mediterráneo un cambio de ancho de vía similar al que pide la Xunta

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La línea ferroviaria convencional, con un viaducto del eje de alta velocidad Ourense-Santiago. Ambos trazados están segregados y el cambio de ancho no afectaría a las mercancías
La línea ferroviaria convencional, con un viaducto del eje de alta velocidad Ourense-Santiago. Ambos trazados están segregados y el cambio de ancho no afectaría a las mercancías MARCOS MÍGUEZ

El tramo Castellón-Vandellós también cuenta con traviesas polivalentes y la obra se desarrolla sin afectar a la circulación

20 ene 2022 . Actualizado a las 16:07 h.

Salvando las distancias por la complejidad técnica y la heterogeneidad del corredor mediterráneo, el ADIF está ejecutando en este gran trazado que va desde Algeciras hasta la frontera francesa unos trabajos muy similares a los que la Xunta quiere que se aborden en el tramo de la línea de alta velocidad entre Ourense y Santiago. Se trata de modificar el ancho de vía de este recorrido de 88 kilómetros para pasar del ibérico (1.668 milímetros) al internacional o estándar (1.435 milímetros), de forma que los AVE de ancho fijo, sean de Renfe o de sus competidores, puedan llegar a Santiago y conectar con el eje atlántico.

El recorrido entre Ourense y Santiago está preparado para que esta operación se haga de una forma relativamente sencilla, pues cuenta con traviesas polivalentes. Es decir, preparadas para que los carriles puedan fijarse en dos posiciones: una más ancha para el ibérico y otra más estrecha para la medida internacional, teniendo como referencia el eje de la vía para no tener que realizar cambios en el eje de la catenaria y, por tanto, en el sistema de electrificación.

Esta misma situación, con matices y más complicaciones, se da entre Castellón y Vandellós (Tarragona), de 150 kilómetros, donde el ADIF ha contratado las obras para implantar el ancho internacional en dos tramos (Castellón-Vinaroz y Vinaroz-Vandellós), adjudicados por algo más de 66 millones de euros. Esta cifra concuerda con los cálculos realizados por la Xunta sobre el coste que tendría esta operación entre Ourense y Santiago, un tramo con la mitad de longitud que el del corredor mediterráneo. Los técnicos que elaboraron el informe para el Gobierno gallego cifraron el coste de la migración en 35,2 millones de euros, a razón de 0,4 millones por kilómetro de vía doble.

Una obra más compleja

En el tramo que une las provincias de Castellón y Tarragona los trabajos se complican, pues en varias zonas también hay que cambiar las traviesas y ejecutar otro tipo de ajustes. La dificultad en la propuesta gallega es dónde situar el cambiador de ancho en el complejo ámbito de influencia del enclavamiento de Santiago y no dificultar el acceso al baipás de Conxo, por donde circulan los trenes con destino a las ciudades gallegas del sur. Las modificaciones, además, deben ser validadas por la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, por lo que al plazo de la obra hay que añadir los trámites y las comprobaciones para validar la migración de ancho en el ámbito de la seguridad.

El plazo de ejecución de las obras en el corredor mediterráneo es de 18 meses, un tiempo que concuerda con las estimaciones de los técnicos gallegos para Santiago-Ourense (entre ocho y doce meses), pues la obra en el eje mediterráneo tiene más complejidad y longitud de vía, así como apeaderos y estaciones intermedias —catorce en total— en los que hay que realizar cambios relevantes, como adaptar los andenes a las nuevas dimensiones de la vía. Los trabajos en Castellón y Tarragona se adjudicaron a principios de diciembre, por lo que los preparativos para las obras ya están en marcha. El plan de Transportes es poner en servicio este tramo a principios del 2024.

El plan de obra en el corredor mediterráneo está diseñado para que se ejecuten los trabajos en el menor tiempo posible sin afectar a las circulaciones, mucho más numerosas que en el tramo gallego. Así, se decidió abordar las primeras acciones durante la denominada banda de mantenimiento, es decir, en horario nocturno.

Para acometer el cambio de ancho se comenzará cortando la vía impar, manteniendo la circulación solo por la par. Tras finalizar el cambio de ancho en las vías impares, todas las circulaciones del corredor pasarán a ser de ancho estándar y, por tanto, el material rodante ha de estar totalmente adaptado a estas medidas, pues la vía par estará cortada para ejecutar en ella el cambio de ancho.

La Xunta resalta el «éxito colectivo» de la línea de alta velocidad e insiste en que los AVE lleguen a Santiago

La Xunta reivindicó ayer la finalización de la línea de alta velocidad a Galicia como un «éxito colectivo», aunque recordó que los trenes AVE solo llegan a Ourense y que las ciudades atlánticas aún no tienen los tiempos comprometidos pese a los ahorros que supone para los Alvia la puesta en servicio del tramo Pedralba-Ourense. El director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, en su intervención en el Parlamento, destacó que los tiempos del resto de las ciudades no son todavía los que comprometió el Ministerio de Transportes, por lo que insistió en la necesidad de contar con los trenes Avril de ancho variable.

Menéndez confirmó que, en la reunión de este viernes con la ministra Raquel Sánchez, la Xunta solicitará al Ministerio de Transportes «a planificación do proceso de cambio de vía ao ancho internacional na rede ferroviaria interior», comenzando por el tramo Ourense-Santiago, «pois facilitaría a entrada de novos operadores, que redundaría en máis frecuencias e menores tarifas».