Un grupo de trabajo ya estudia cómo cambiar el ancho de vía en la red de alta velocidad gallega

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El viaducto de O Eixo, en el tramo de alta velocidad Santiago-Ourense
El viaducto de O Eixo, en el tramo de alta velocidad Santiago-Ourense xoan a. soler

El ADIF vincula cualquier decisión a las conclusiones de estos expertos y no se pronuncia sobre la propuesta de la Xunta consistente en poner vías de ancho internacional entre Ourense y Santiago

19 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En vísperas de la visita de la ministra de Transportes a San Caetano, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) no ha querido valorar la propuesta del presidente de la Xunta, que pide al ministerio que se migre del ancho ibérico al internacional en el tramo Santiago-Ourense, de forma que los trenes de alta velocidad estricta de ancho fijo, tanto de Renfe como de sus competidores, puedan llegar a la estación de Santiago, mejorando de paso los tiempos de viaje actuales. Lo que sí aportaron fuentes del ADIF es que ya se ha puesto en marcha un grupo de trabajo multidisciplinar «con el objeto de estudiar y definir una estrategia global de explotación para toda la red ferroviaria de interés general en función del ancho de vía, que permitirá tomar decisiones a futuro conociendo la mejor opción para cada tramo, así como los escenarios de implantación», explican.

El caso único de la red interior gallega, la única de alta velocidad del mundo con ancho ibérico, está por tanto sobre la mesa de este comité de expertos constituido en abril del año pasado, pero dentro del contexto general de afrontar el desafío histórico que supone ir abandonando un ancho de vía que separó durante decenios a España y a Portugal del resto de Europa occidental. Algo que solo se ha comenzado a subsanar con la gran extensión que ha alcanzado la red de alta velocidad en ancho estándar o internacional, que ya está conectada con el resto de la Unión Europea a través de la línea que conecta Figueras con Francia.

En el ADIF explican que, para que este proceso sea participativo, también se han establecido subgrupos de trabajo sectoriales, «con el propósito de alcanzar el mayor acuerdo posible entre todos los agentes del sector ferroviario para la definición y planificación de la estrategia de ancho ferroviario en España y el planteamiento de posibles soluciones a la heterogeneidad del ancho de vía». Sobre el papel, la Comisión Europea asume que el eje atlántico, que se mantiene en ancho ibérico para no estrangular las mercancías, debería ser interoperable en ancho internacional a partir del 2030. La propuesta de la Xunta asume que no se puede esperar tanto con el tramo Ourense-Santiago pues, entre otras cosas, hay una línea convencional totalmente segregada que realiza el mismo recorrido. Esto no ocurre en el norte del eje atlántico por una deficiente planificación, y este es el pecado original que ha condicionado la explotación de la alta velocidad gallega.

«Penaliza el tiempo de viaje»

«Es verdad que el cambio de ancho penaliza el tiempo de viaje —admiten fuentes del ADIF—, por lo que está prevista la introducción de los trenes Avril que permiten optimizar este tiempo. No obstante, aspiramos a conformar una red de alta velocidad plenamente estandarizada», explican, aunque matizan que se trata de un objetivo que no debe condicionar o hacer peligrar tráficos existentes.

El ADIF, por tanto, está decidido a acometer el cambio de ancho en la red interior de alta velocidad, pero todavía sin plazos. Tanto los escenarios temporales como las fases técnicas dependerán del dictamen de este equipo multidisciplinar que ya está en marcha.

Estas vertientes del proceso se abordarán en la reunión de este viernes entre el presidente Feijoo y la ministra Raquel Sánchez. La Xunta, por su parte, insistirá en su propuesta de que los AVE de ancho fijo puedan llegar a Santiago y no quedarse en Ourense, aunque sea coexistiendo con los trenes Avril que están en fase de homologación. La capital gallega está insertada en el eje atlántico, por lo que pueden acceder a múltiples frecuencias para los transbordos.

Por otra parte, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, expresó ayer en la Ser cómo deberían ser, en su opinión, las prioridades en las inversiones ferroviaria. «A min me parece ben que Vigo gañe 10-12 minutos, pero Ferrol é infumable que tarde unha hora e pico», dijo en referencia al tiempo de viaje con A Coruña.