El acuerdo de Lugo, auspiciado por el propio Formoso, en tanto que los dos candidatos en liza lo apoyaron a él en las primarias gallegas, es el primero que ve la luz, pero pronto podría ser reeditado en otras provincias donde también hay negociaciones en marcha con la misma finalidad.
Tanto en Pontevedra como en A Coruña, donde los afines a Gonzalo Caballero presentaron candidaturas alternativas a la oficial, se exploran pactos similares, que parece que tienen más dificultades en Ourense.