De Lugo a Madrid en tren: un bus, obras, un transbordo y casi cinco horas

GALICIA

De Lugo a Ourense hay que hacer el recorrido en bus por obras en la vía del tren. El viaje se retrasa 10 minutos.
De Lugo a Ourense hay que hacer el recorrido en bus por obras en la vía del tren. El viaje se retrasa 10 minutos. u.c.

El cierre parcial de la línea a Monforte y problemas de conexión lastran esa ruta

16 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas amanece en la ciudad de Lugo y lo primero que se escucha en la estación de tren de la ciudad es: «¡Uf, hay que ir en bus!». Quien se lamenta es Raquel Díaz, una estudiante que regresa a Madrid después de pasar las Navidades en casa. Es una de las viajeras que va a coger el ferrocarril que parte de Lugo hacia la capital de España a las 08.52 horas. Sin embargo, desde el pasado día 10 —y al menos hasta el 10 de mayo— la vía entre la ciudad amurallada y Monforte está cortada por trabajos de electrificación. Así que el trayecto se hace en autobús directamente hasta Ourense. Un contratiempo añadido para una conexión, la de Lugo con Madrid, que se ha quedado descolgada de la alta velocidad de Galicia a la meseta; hay que ir hasta Ourense para enganchar un AVE o un Alvia.

Cinco lucenses esperan el autobús de Renfe para ir hasta Madrid. Otras dos chicas tienen como destino Barcelona, y les quedan 12 horas por delante. Con diez minutos de retraso, un autobús rotulado de la compañía Flixbus llega la estación de tren de Lugo con una pantalla que indica que es un servicio de Renfe. Con el vehículo prácticamente vacío, empieza sobre ruedas el trayecto de casi cinco horas para llegar a la capital.

El autobús, conducido por un empleado de Monbus, hace el recorrido por la vía de altas prestaciones entre Lugo y Monforte, «sabiendo cuando sale, pero no cuando llega». Esto lo apunta el chófer porque en el primer tramo de carretera se están realizando las obras para reconvertirla en autovía, lo que, en ocasiones, retrasa el tráfico. La velocidad máxima, 90 kilómetros por hora. Esa mayor lentitud —inevitable— del bus hace a alguno plantearse ir en coche hasta León o Zamora y allí coger un tren. Por falta de previsión, decidió hacer el recorrido en bus. Y este cuenta con las mismas paradas que el tren, y en las propias estaciones: Sarria y Monforte.

El transbordo en Ourense, del tren al bus, se hace en la intermodal.
El transbordo en Ourense, del tren al bus, se hace en la intermodal. u.c.

En ninguna de las dos localidades se suben apenas pasajeros, pero los mayores ánimos los muestran los de Monforte. «Con la llegada del AVE los 40 minutos que nos separan de Ourense hasta se hacen más cortos», dice una viajera. Se dirige a Alicante, y no puede evitar comparar las rápidas líneas de tren más allá de Madrid con las complicaciones para viajar desde el centro de España hacia Lugo.

Una hora y 45 minutos después de su salida de Lugo, a las 10.45, el bus de Renfe llega a la estación de autobuses de Ourense, que se encuentra en la reciente intermodal, junto a la de tren. Una empleada de la compañía ferroviaria recoge a los viajeros que continúan su viaje hacia Chamartín y los guía directamente hasta la puerta del tren. Pese a estar a 500 kilómetros, los lucenses ya se ven con un pie en Madrid. Les espera un viaje de apenas 2 horas y 40 minutos. Podría ser incluso menos, ya que se trata de un Alvia, y no un AVE, porque con este último solo hay una conexión (y no todos los días) con las líneas de Lugo.

La velocidad se duplica y a 250 kilómetros por hora el tren hace su única parada en Zamora, una hora y 20 después de salir de Galicia. Menos que de Lugo hasta Ourense.

De los viajeros que llenaron el tren en Chamartín, seis se dirigían a Lugo.
De los viajeros que llenaron el tren en Chamartín, seis se dirigían a Lugo. u.c.

Una hora y media de espera entre las conexiones en Ourense

En el tiempo que a una de las viajeras lucenses le llevó ver cuatro capítulos de la serie Emily en París —los episodios duran 30 minutos—, el tren llega a Madrid. Cuatro horas y 50 minutos después de salir de la ciudad amurallada. A las 13.43. Esta hora es lo más temprano que los lucenses pueden llegar a Madrid en tren. Aunque algunos, como la estudiante Raquel Díaz, explican que ya han descubierto combinaciones como viajar con Monbus a las cinco de la madrugada para poder coger el AVE a las 06.30 horas en Ourense y plantarse así alrededor de las nueve.

Más estudiantes, familiares viajando para hacer una visita, peregrinos... Todos ellos se suben en el tren de vuelta desde Madrid hacia Lugo. La primera línea que hay por la tarde parte a las 16.00 horas de Chamartín, con dirección a Vigo. Los fines de semana es la única. Nuevamente es un Alvia, que en un soplo de 2 horas y 36 minutos llega a Ourense. A las 18.36 ya se están subiendo los pasajeros que continúan viaje a Vigo. «Es una maravilla, ni te enteras», dice asombrada una de las viajeras que sigue hasta Lugo. Aunque la sorpresa es casi igual cuando comunican que la conexión hasta la ciudad lucense hay que hacerla en autobús. Se avisa por megafonía en el tren; esta vez ningún trabajador de Renfe guía a los pasajeros.

Una vez que el tren de Madrid llega a Ourense, a las 18.36, hay que esperar una hora y media para continuar hasta Lugo. El bus de Renfe sale de la estación a las 19.55. Así que mientras, los seis pasajeros que han iniciado ruta desde Madrid ven anochecer en la cafetería o en la sala de espera de la intermodal. «De Madrid a Galicia chegas en nada, pero é entrar aquí e todo se eterniza. Non se nota que hai AVE», resopla una estudiante.

La noche cerrada y el tráfico ralentizan la circulación por las curvas de Os Peares hasta Monforte, adonde el bus llega 50 minutos después. Se suben ahí tantas personas como las que procedían de Madrid. Algunas, para empezar el Camino, se bajan en la siguiente, Sarria. Desde esta localidad se vuelve a retrasar el trayecto por las obras del corredor, que por tramos impiden circular a más de 50 por hora. Con 15 minutos de retraso, el autobús llega, por fin, en la estación de tren de Lugo. Son las 21.45 horas. La ida y vuelta a Madrid lleva más de 10 horas. En coche se hace el trayecto en menos tiempo. La comunicación ferroviaria de Lugo todavía va «pasiño a pasiño», como cantaba Andrés do Barro.