Raquel Sánchez: «El AVE a Galicia será rentable; superará las mejores expectativas»

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Raquel Sánchez, ministra de Transportes
Raquel Sánchez, ministra de Transportes Daniel Ramo

La ministra de Transportes asegura que los trenes Avril, que mejorarán los tiempos en las ciudades, llegarán en el 2022. «Aventurarnos a poner fechas es precipitado», alega.

20 dic 2021 . Actualizado a las 15:13 h.

Con apenas cinco meses en el cargo, la catalana Raquel Sánchez (Gavá, Barcelona, 1975) será la ministra que corte la cinta de la línea de alta velocidad a Galicia, un acontecimiento histórico para la comunidad, pero también para el resto del país. En una conversación telefónica, la mujer que lleva el departamento con mayor presupuesto de la Administración es consciente de la importancia del acto inaugural de mañana.

—¿Qué siente siendo la ministra que pondrá en servicio la línea?

—Estoy muy satisfecha. En primer lugar, porque supone cumplir con nuestro compromiso con Galicia y reforzar nuestra apuesta por el ferrocarril. Pero sobre todo por lo que va a suponer para los gallegos y gallegas. Llevan muchos años esperando la línea de alta velocidad. Estoy contenta también porque en este proyecto han participado durante muchos años equipos que han hecho un gran trabajo con mucho esfuerzo. Internamente, en el ministerio, esta línea es todo un hito.

—En Cataluña, de donde es usted, hubo muchas críticas a este proyecto desde el ámbito nacionalista. Cuestionaban su rentabilidad. ¿Cree que el AVE gallego será rentable?

—Estoy segura de que va a ser rentable. Como catalana, como española, pero sobre todo como ministra, creo que esta línea va a suponer una ventaja incuestionable, tiene un gran potencial para garantizar los desplazamientos de la manera más sostenible posible. Los datos que tenemos y la respuesta de los viajeros lo avalan. Solo el primer día se han vendido más de 60.000 billetes con origen o destino a Galicia. Es un buen indicador. Se pretende pasar de una cuota del 20 % del ferrocarril al 50 % en las conexiones con Madrid. El AVE a Galicia no solo será rentable, sino que superaremos incluso las mejores expectativas.

—Se han incrementado las frecuencias, pero tal vez Renfe deba aumentar su oferta con el tiempo.

—Se hará si es necesario. Renfe ya ha realizado una reconfiguración para dar respuesta a la demanda pero, si vemos que aumenta, se reajustará la oferta. A partir del 21 no solo se lanzan los servicios de alta velocidad, habrá más servicios Avant que antes de la pandemia y los trenes de media distancia quedarán al 100 %.

—En medio de un contexto político crispado, este proyecto se hizo con el consenso de los grandes partidos, PSOE y PP. ¿Es esta línea un ejemplo de que si los dos partidos colaboran se pueden sacar adelante cosas importantes?

—Desde luego, es una buena ocasión para celebrar que este ha sido un gran proyecto de país, y también de la Unión Europea, que ha participado en la financiación del proyecto, como hace con el resto de las líneas gallegas. Me parece un buen ejemplo. Ojalá se dieran más ocasiones para celebrar consensos con el Partido Popular, sobre todo en asuntos que son proyectos de país. Pero ese Partido Popular que era capaz de llegar a consensos en momentos anteriores parece muy alejado del actual. Solo hay que ver el tono bronco de la sesión de control al Gobierno de hoy [la entrevista se hizo el miércoles pasado], en un momento en el que el país necesita de esos consensos para poder consolidar la recuperación, que se está produciendo sin que el Partido Popular aporte nada.

—¿Y cómo es la relación con la Xunta? No sé si se reunirán en breve para tratar estos asuntos.

—La relación con la Xunta y su presidente es absolutamente cordial, pero no solo eso. Mantenemos un marco de colaboración institucional, con una implicación plena para mejorar la vida de los gallegos y gallegas, que al final es lo más importante. El ministerio está a disposición de la Xunta de Galicia para avanzar en los proyectos que mejoran la vida de la gente.

—La línea gallega se hizo con tramos de vía única en plena crisis. ¿Está previsto equipararla con el resto de la red?

—Hay que hacer un estudio de las necesidades. Con las previsiones de demanda con las que trabajamos hay tramos como el de Olmedo-Zamora en los que no se justificaría la duplicación de la vía. Pero si hay un crecimiento de la demanda, vamos a analizar la mejor solución para atenderla. Hay que ser rigurosos y realizar las inversiones cuando hay una demanda que las justifique. Hay un grupo de trabajo multidisciplinar para definir la estrategia de explotación de toda la red.

—La línea gallega es también un caso único por sus tramos en ancho ibérico que condicionan su explotación. ¿Va a haber una solución para esto?

—Eso forma parte de los asuntos que abordará ese grupo de trabajo. Aspiramos a una red plenamente estandarizada, pero eso hay que hacerlo compatible con la explotación de las líneas en servicio.

—Los trenes Avril de ancho variable podrían superar ese problema. Se habló del verano del 2022 para ponerlos en servicio. ¿Cómo va el proceso de homologación, será factible ese plazo?

—Es importante que el proceso de homologación se haga bien, pues es lo que garantiza su seguridad y fiabilidad. Por tanto, el período temporal debe ser el que ofrezca esas garantías. Yo confío en que estarán listos durante el próximo año. Aventurarnos a poner fechas es precipitado, pero nuestro compromiso es ponerlos en funcionamiento cuando estos procesos de homologación estén listos. Eso será durante el próximo año. De momento no me atrevo a concretar más allá de eso. Queremos garantizar la seguridad ante todo. Cuando sea posible, ajustaremos más el plazo.

—¿Entrará la línea gallega en la segunda fase de liberalización para que haya competencia en la línea?

—Sí. Además ya hay operadores privados interesados en esta línea. Es atractiva para estas empresas.

—¿Se trabaja con alguna fecha?

—No tenemos fecha. Estamos hablando con esos operadores.

—¿Hay dudas sobre la conexión de Cerdedo hacia Vigo? ¿Cuestionan ese proyecto?

—Nosotros mantenemos la hoja de ruta que fijamos desde que llegamos al Gobierno. Se está realizando un estudio hidrogeológico y tan pronto como esté finalizado seguiremos con las fases posteriores. Por tanto, tranquilidad, porque no hemos variado nuestra posición.

—El ferrocarril convencional en Galicia tiene escasa fiabilidad. ¿Se mejorará la red?

—Estamos trabajando en la línea de ancho métrico, y estamos actuando en el resto. Por primera vez hemos previsto unos presupuestos en los que se aumenta un 96 % el gasto en la red convencional. Y eso se va a traducir en actuaciones reales.

—Dijo recientemente que su Gobierno no está por transferir la AP-9 a la Xunta. ¿La autopista no es transferible?

—No es una posición cerrada. Fue este Gobierno el que en su momento propició el debate parlamentario. Sí que es verdad que es un asunto complejo. Hemos hecho un esfuerzo con las bonificaciones que supone un gasto anual de 55 millones. Con cifras de esa magnitud parece que tiene difícil encaje esa transferencia en estos momentos.

—¿Por qué? ¿La Xunta debería asumir esas bonificaciones si se le transfiere la autopista?

—Esas son las cuestiones que están sin resolver y que habría que plantear. De ahí la complejidad de la transferencia. Más allá de la titularidad, lo que hay que garantizar es que las bonificaciones no peligren.

—¿Cómo va el modelo de pago en las autovías? ¿Habrá correcciones para territorios más alejados como Galicia?

—Estamos trabajando para presentar una propuesta en los próximos meses. Hay que someterlo al consenso social y encontrar un sistema que busque el equilibrio territorial. Eso no es fácil. Hay que encontrar la cuadratura del círculo, pero seremos capaces de hacerlo. Debe tener en cuenta a las zonas menos pobladas o que no tienen otras alternativas de transporte.