90 kilómetros bajo tierra hasta Pedralba

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Un tercio del trazado entre Santiago y Ourense discurre de forma subterránea y más de 30 túneles atraviesan las sierras del Macizo Central Ourensano hasta la localidad zamorana

19 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los suaves valles que se ven desde la ventana del vagón desde A Coruña o Vigo hasta Santiago comienzan a modelarse hacia picos cada vez más altos en dirección a Ourense. Los vacíos que deben salvar los viaductos son mayores y la accidentada orografía obliga a perforar montañas para no ralentizar la marcha del tren. Solo en el tramo que va desde Santiago hasta Ourense hay 31 túneles. De los 87,5 kilómetros de trazado, 29,3 son bajo tierra. El más largo del Eje Ourense-Santiago es el Túnel de Burata con 4.068 metros de longitud. Más del 57 % del recorrido entre ambas ciudades discurre en túnel o en viaducto.

Las obras de construcción del AVE entre Madrid y Galicia han sido uno de los mayores desafíos técnicos a los que se ha enfrentado ADIF Alta Velocidad. «El relieve tan accidentado de la comunidad supuso un alarde de ingeniería y un reto de notable precisión», explica el ente público. Especialmente compleja fue la construcción del recorrido entre Ourense y Pedralba de la Pedrería (Zamora), de 119 kilómetros, que se distribuyó en su mayor parte en dos vías independientes.

Santi M. Amil

El tramo cuenta con 32 viaductos y 31 túneles, muchos de ellos con un tubo para cada vía. Así, seis de cada diez kilómetros son subterráneos o sobre viaducto. El tramo suma 126 kilómetros de túneles, de los que 62,45 van por la vía derecha, 55,87 por la izquierda y 7,84 son de vía doble. El más largo es el de O Corno, con sus 8.577 metros de longitud en la vía derecha y otros 8.583 en la izquierda. Es decir, desde Santiago hasta Pedralba hay, en cada sentido, unos 90 kilómetros de recorrido bajo tierra.

En la construcción hubo obras singulares, cuya ingeniería permitió solventar tramos de enorme dificultad técnica. Por ejemplo, las que se desarrollaron a apenas 20 metros del túnel más largo de toda la línea convencional española. Fueron bajo el puerto de montaña de Padornelo, entre los términos municipales de Requejo y Lubián, en Zamora. El túnel mide 6.400 metros de largo y cuenta con una sección libre de 85 metros cuadrados, que discurre en paralelo entre el túnel de la línea de ancho convencional Zamora-A Coruña. La excavación se hizo mediante voladuras en las zonas de terreno más resistentes y con medios mecánicos, como retroexcavadoras, en los terrenos más blandos y de peor calidad geotécnica. Durante las tareas se mantuvo el tráfico de la vía convencional, por lo que se colocaron refuerzos en el túnel antiguo debido a la proximidad de las obras.

En los túneles de Espiño, entre A Gudiña y Vilariño de Conso, las excavaciones se hicieron desde ocho frentes diferentes y de forma simultánea. La longitud total de los túneles, que cuentan con conexiones cada 400 metros, es de ocho kilómetros en cada vía.

Santi M. Amil

Y también singulares fueron los trabajos llevados a cabo para culminar los túneles de Bolaños, los únicos de la línea entre Galicia y Madrid que se ejecutaron con tuneladora. De tipología bitubo, como la mayoría de los que circulan por las montañas ourensanas, pertenecen al tramo comprendido entre Vilariño de Conso y Campobecerros (Castrelo do Val), con una longitud de 6,9 kilómetros en la vía derecha y 7,91 en la izquierda. Ambos se ejecutaron con tuneladora salvo unos metros en las bocas de ambos túneles, que se hicieron por métodos convencionales, para salvar una falla.

El túnel más largo de la línea entre Ourense y Pedralba es el de O Corno, con 8,5 kilómetros. Según el atlas de Unión Internacional de Ferrocarriles, la infraestructura se encuentra entre las 20 más largas de este tipo en Europa.

Ingeniería contra el fuego 

Entre Lubián y Ourense hay unos cien kilómetros, pero la longitud de los túneles es aún mayor debido a este sistema de dos plataformas independientes. Son 105 kilómetros blindados contra el fuego, ya que los tubos cuentan con salas técnicas con detectores de incendios que avisan de inmediato a los controladores del administrador ferroviario. Además, las plataformas están conectadas cada 400 o 500 metros por galerías de evacuación, de forma que el túnel que va en sentido contrario se convierte en un refugio seguro contra el fuego.