La historia detrás del Nehir, el narcobuque que su tripulación intentó hundir frente a las costas gallegas

Javier Romero Doniz
javier romero VIGO / LA VOZ

GALICIA

El Nehir, tras su hundimiento a 90 millas de Viveiro
El Nehir, tras su hundimiento a 90 millas de Viveiro

Interceptado en A Mariña en febrero con 1.800 kilos, se atribuye a una organización de Marruecos con vinculaciones en Galicia

03 ene 2022 . Actualizado a las 22:11 h.

Fikri Amellah Agharbi es el último señor de la droga retirado policialmente de la circulación. Un objetivo prioritario para Europol y la DEA que, desde Barcelona, controlaba las costas de su país natal, Marruecos, para introducir hachís y cocaína por Andalucía. El estupefaciente lo importaba, valiéndose del trato directo con proveedores en Sudamérica, hasta África y luego lo repartía por la Península y Centroeuropa. Pero la infraestructura de Amellah Agharbi, ramificada a lo largo de tres continentes, tenía igualmente intereses y recursos en Galicia para aprovechar sus costas.

El buque Nehir es el caso por el que Amellah Agharbi y su clan tendrán que responder ante la justicia. El barco se detectó a finales de febrero acercándose a las costas gallegas, y las sospechas que pesaban sobre él resultaron certeras. La investigación se repartió por igual entre el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) en Galicia de la Guardia Civil, el Servicio de Vigilancia Aduanera y el Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) en Galicia de la Policía Nacional. La tripulación del Nehir, al detectar que iba a ser abordado, intentó hundir el barco con 1.800 kilos de cocaína en su interior.

Todos los marineros fueron detenidos, pero el casco no se hundió del todo y fue remolcado al puerto de Gijón a la espera de reflotarlo y recuperar la droga, valorada en 60 millones de euros. Hoy, diez meses después, el pecio sigue en la misma situación en aguas de la Autoridad Portuaria de Gijón sin que se sepa quién asumirá el coste —unos 500.000 euros— que implica izarlo.

En aquel pasado febrero se desconocía la identidad de los propietarios de semejante fortuna en droga. Tan solo se supo, por colaboración internacional, que el Nehir era sospechoso de ejercer de narcobuque. Fue tiempo después, en el marco de la operación Mvrand, cuando se pudo relacionar policialmente. Fikri Amellah Agharbi asumía personalmente el control de los envíos ilícitos. El martes, al ser detenido a manos del Grupo Central Antidrogas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, fue sorprendido en el salón de su casa con cinco dispositivos de telefonía móvil conectados y dos cuadernos de anotaciones, coordinando distintos operativos en alta mar.

Además de los 1.800 kilos de cocaína del buque Nehir, la UCO le considera responsable directo en España de introducir 4.300 de hachís en San Pedro del Pinatar (Murcia). También de 1.004 de cocaína en las Costas de El Jadida, en Marruecos, en diciembre de 2018. Por eso, dos de los detenidos en la operación del martes contaban con una orden internacional de detención en vigor.

En los registros de esta semana en Barcelona también se intervinieron inhibidores, pistolas detonadoras, teléfonos satelitales y varios dispositivos encriptados de comunicación. Se relaciona igualmente a Fikri Amellah Agharbi con varios establecimientos que blanqueaban las ganancias de la actividad delictiva, habiéndose bloqueado cuentas, inmuebles y distintos bienes en el extranjero.

En Galicia, su persona de confianza para el lavado de dinero sería Roberto Martín González. A él, solo en el piso de Vigo donde fue arrestado, se le requisaron 180.000 euros en billetes. El resto, hasta superar los 500.000 euros y varias contadoras de divisas, se halló en otro piso de su propiedad en la isla de A Toxa y en la casa materna en Meaño.

La investigación, de la que ya se ha levantado el secreto de sumario, evidencia que —además del dinero requisado a Martín González y de las reuniones constatadas con Fikri Amellah Agharbi— se aportan más pruebas que demostrarían el papel relevante del gallego en el ala financiera de esta organización marroquí. Martín, según los cargos que pesan contra él, no tiene relación con ninguno de los alijos de drogas incluidos en la operación, de ahí que únicamente ingresara en prisión provisional acusado de un delito de blanqueo de capitales procedente del narcotráfico.

La Fiscalía Delegada Antidroga del Campo de Gibraltar y el Juzgado Mixto número 2 de San Roque (Cádiz) coordinaron la investigación de la Guardia Civil, iniciada a principios del 2020.