Desarticulada una red de estafas bancarias por Internet tras una denuncia en Boiro

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

La Guardia Civil investiga a 32 personas en Madrid, Toledo, Ourense y Portugal

17 dic 2021 . Actualizado a las 16:29 h.

La Guardia Civil de Pontevedra ha identificado a los integrantes de una red delictiva dedicada a cometer estafas bancarias a través de Internet (phishing), con 32 investigados en Madrid, Toledo, Ourense y Portugal, y a los que se atribuyen estafas a tres empresas por valor de más de 120.000 euros.

Las pesquisas de la denominada Operación Marware, coordinadas por el juzgado de instrucción número 1 de Cambados (Pontevedra), se iniciaron después de la interposición de una denuncia por parte del responsable de una empresa de O Grove, y permitieron la identificación de 21 sospechosos en Madrid, 3 en Toledo, 4 en Ourense y otros 4 en Portugal.

Según han informado fuentes del Instituto Armado, los miembros de la organización criminal usaban un software malicioso que instalaban en los ordenadores de las víctimas, lo que les permitía acceder de forma remota a sus claves bancarias y desviar dinero hacia sus propias cuentas.

El procedimiento se iniciaba con una campaña de captación, enviando correos phishing a las empresas, suplantando a una entidad bancaria. Cuando lograban infectar el ordenador de la empresa, accedían a las claves bancarias que usaban en su actividad comercial.

A partir de ahí, desviaban grandes cantidades de dinero a otras cuentas, de personas contratadas para tal fin («mulas económicas») y gestionaban órdenes de transferencia, tanto en el ámbito nacional como internacional (Portugal y Reino Unido).

Los investigadores comprobaron que, en cuestión de pocas horas, los estafadores vaciaron las cuentas de esta empresa de O Grove. Asimismo, se les vincula también a otras dos estafas detectadas en empresas de Cantabria y Ceuta, por lo que el montante del dinero sustraído supera los 120.000 euros.

Los principales responsables del grupo fueron localizados en Madrid y, entre las personas investigadas, figura el responsable de reclutar a las «mulas económicas», que son una pieza fundamental del entramado, porque facilitaban sus cuentas a la organización para retirar el dinero.