El guardia civil atropellado por el conductor que se dio a la fuga quedó inconsciente en la carretera

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Guardias civiles durante un control de alcohol y drogas.
Guardias civiles durante un control de alcohol y drogas. Martina Miser

El agente, de 51 años, tendrá que ser operado de una grave fractura en una pierna, aunque ya está fuera de peligro

14 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El guardia civil de Tráfico atropellado la madrugada del domingo por un conductor que se dio a la fuga está fuera de peligro, pero tendrá que ser operado de una grave fractura que tiene en una pierna, a la altura de la rodilla. El automovilista fugado fue localizado poco después y dio positivo en alcohol, con una tasa muy elevada (0,53), y en cocaína. El agente, J.A.B., de 51 años, fue embestido tras darle el alto al turismo, un Ford Fusión. Según las primeras investigaciones, el conductor del coche redujo la marcha e hizo ademán de detenerse, pero aceleró de repente cuando el guardia civil se acercaba. «El golpe fue muy fuerte, y el compañero se golpeó contra el parabrisas del coche y salió despedido hasta quedar tendido en la carretera, inconsciente», explica Héctor Teixeira, guardia civil del Sector de Tráfico de Galicia y uno de los habituales compañeros de patrulla del agente atropellado.

Asegura que su compañero se encuentra bien dentro de la gravedad y que no recuerda nada de lo sucedido. Él estaba con otros tres compañeros con los que formaban dos patrullas y realizaban un servicio de verificación de alcoholemia y drogas bajo el viaducto del Espíritu Santo, frente a la estación de ITV, en el límite entre los municipios de Sada y Bergondo. Antes de ser atropellado, el agente había parado a otros dos conductores y ambos dieron positivo en alcohol, por lo que estaban esperando para la segunda prueba de contraste. En ese momento se acercó el Ford Fusión conducido por un varón de mediana edad, y el guardia civil le dio el alto. Es una zona bien iluminada en la que hay una especie de rotonda, por lo que los vehículos tienen que circular a poca velocidad.

52 positivos esa madrugada

«Tenemos que buscar zonas seguras y tomar muchas precauciones», explica Teixeira, que recuerda que el compañero atropellado acumula muchos años de servicio en la carretera y es un experto en este tipo de dispositivos, establecidos para apartar de la carretera a los conductores borrachos. «Pero siempre corremos riesgos porque nos situamos en las zonas de peligro en las que sabemos que circulan conductores con exceso de alcohol o de drogas», señala el agente del Sector de Tráfico de Galicia. De hecho, la madrugada del atropello y solo en las carreteras del entorno de A Coruña, las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico localizaron a 52 conductores que dieron positivo en alcohol. «Es desalentador —afirma Teixeira— ver cómo sigue habiendo decenas de positivos cada día, pese a las campañas preventivas, a las informaciones de los medios de comunicación y a que se sabe que estamos haciendo controles en cualquier carretera».

Conscientes del riesgo que corren, los agentes toman muchas precauciones en sus servicios. Como las tomó el guardia civil atropellado el domingo. Había dos coches patrulla con las luces del puente encendidas, el agente llevaba la linterna en la mano y los uniformes reflectantes. «Pero incluso así puede haber conductores que tardan en vernos o que vienen distraídos. Por eso siempre tenemos que estar muy atentos, porque somos lo primero que se encuentra el conductor en la carretera», advierte el agente, que recuerda que prácticamente todos los agentes de Tráfico han tenido algún susto.

Y decenas de ellos han sido víctimas de algún percance durante el servicio. En España son 345 los guardias civiles muertos en la carretera desde que se creó la Agrupación, en 1959. En Galicia, en ese tiempo, han perdido la vida 12 agentes. «Nunca puedes perder de vista la carretera. A los compañeros que se incorporan a la Agrupación siempre les decimos que tienen que estar muy atentos a los vehículos que se acercan y no darles la espalda nunca», advierte Teixeira.

Hacerse ver en la carretera

Lo más importante para los agentes encargados de la vigilancia del tráfico es hacerse ver en todo momento en la carretera. Por eso sus coches y motos son muy visibles y están pintados con colores reflectantes y muy llamativos. Buscando la máxima prevención en sus servicios, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil siempre ha ido por delante, de forma que ya a principios de los años noventa tanto los coches como las motos de la Guardia Civil llevaban encendidas las luces de cruce durante el día.