De hecho, la dispensa a no declarar en el juicio era hasta ahora un incentivo que utilizaban los jueces para tranquilizar a las mujeres en su denuncia, «yo no puedo dictar una orden de alejamiento si no declaran, y al estar protegidas declaraban. Después les decías: ‘‘En el juicio valore ya si quiere seguir adelante’’. Y eso las tranquilizaba», apunta Cira. ¿Habrá menos denuncias de violencia de género con esta medida? García Domínguez cree que aquellas mujeres que tienen claro denunciar lo harán.
Patricia Arnoso, del Colexio de Abogados de Santiago y especialista en violencia de género, es aún más contundente: «Coloca á muller nunha posición realmente diabólica, simplemente co feito de ratificar a denuncia xa se perde o dereito da dispensa». Si la víctima en el momento del juicio no quiere declarar «porque sabemos que unha das características destas mulleres é o sentimento de culpa» o por otras causas «que son lexítimas», apunta Patricia, la mujer se encontrará con tres opciones: declarar, «e imaxínate que se reconciliaran»; no declarar, lo que supone un delito de obstrucción a la Justicia; o desdecirse, con lo cual se encontrará ante dos posibles delitos, denuncia falsa —si el juez cree el testimonio actual— o falso testimonio, si no lo cree. «A intención é moi boa, que os maltratadores deixen de saír absoltos por falta de probas, pero nos podemos atopar con que pode haber mulleres condenadas, vítimas dobremente, tamén do sistema», advierte esta experta.