El ritmo de restauración de viviendas sigue al alza y alcanzó en el 2020 la cifra más alta desde el 2009. La comunidad también marcó el año pasado el mejor registro de obra nueva desde el 2011
09 dic 2021 . Actualizado a las 08:49 h.La construcción de edificios y viviendas de obra nueva en Galicia marcó el pasado año cifras que no se alcanzaban desde el 2011. Según los datos definitivos del 2020 hechos públicos por el Instituto Galego de Estatística, se rozaron los 2.000 nuevos edificios (en concreto, 1.966), una cifra que no se alcanzaba desde hace un decenio (en el 2011 fueron 2.073). Y en este mercado, el de la vivienda, hay una actividad que destaca: la rehabilitación. Marcó en plena pandemia su mejor cifra desde el 2009, con 1.700 edificios y 588 viviendas en reforma.
«El 2020 fue un buen año, a pesar de que la pandemia provocó un parón de seis meses terrible. De hecho, las perspectivas eran aún mejores, pero por suerte la cosa repuntó en los últimos meses, sobre todo la rehabilitación», reconoce Benito Iglesias, presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), que asegura que los datos de este 2021 a punto de acabar serán aún mejores. «Actualmente, centrándonos solo en promociones de edificios de obra nueva, hay en marcha en toda Galicia unas 190 o 195», señala.
Los motivos son varios. Entre ellos, que el stock de vivienda nueva en Galicia (entendida como aquella que nunca ha sido vendida por segunda vez) está en niveles mínimos, tras cinco años de caída continua. La cifra ronda las 18.300, la más baja desde que el Ministerio de Fomento tiene registros. Por otro lado, afirma Iglesias que en estos momentos «la gente que puede, quiere comprar, y quiere comprar obra nueva, mientras que hace poco se decantaban más por la usada».
Sin embargo, la situación es muy desigual en distintos puntos de la comunidad. A nivel provincial, la actividad constructiva se centra claramente en las provincias atlánticas. Y a nivel municipal, hay casi un centenar de concellos (96 exactamente) en los que en todo el año pasado no se construyó ni una sola vivienda de nueva planta. Pero además, en otros 85 la cifra de nuevos edificios no subió de tres, y en un total de 208 el número es de cinco o menos.
En el extremo contrario, el municipio coruñés de Oleiros encabezó la actividad constructiva en el 2020, con 156 edificios de nueva planta, a bastante distancia del segundo, Vigo, con 101; y del tercero, Santiago, con 93. Carballo (45), Castro de Rei (36), Cangas (35), Ames (33), Sanxenxo (32), Arteixo (28) y Mos (27), todos ellos en provincias atlánticas y cercanos a grandes núcleos urbanos, completan la lista de los diez concellos con más construcción.
«La demanda de vivienda se centra en las siete grandes ciudades y en sus entornos metropolitanos. El resto de zonas no interesan. Hay más de 200 municipios donde ni hay oferta ni hay demanda, y en cualquier concello de menos de tres mil habitantes las operaciones de construcción o rehabilitación son meramente testimoniales. La gente no tiene interés en vivir allí, la Galicia vaciada es una realidad, y estos datos también lo demuestran», analiza Iglesias, que recuerda que la comunidad gallega acumula unas 30.000 viviendas vacías, que representan el mayor porcentaje de España si se ponen en relación con el parque total.
Nuevo perfil de promotor
En ese repunte del sector constructivo, paralizado durante años por la falta de crédito tanto para la construcción como para la adquisición de vivienda que provocó la crisis del 2008, algo ha cambiado y mucho: la figura del promotor. Desde Fegein resaltan que hasta el año 2010 había un gran número de promotores, procedentes de ámbitos distintos —«cualquiera con un poco de liquidez, o incluso sin ella, promovía vivienda», dice Benito Iglesias—. Hoy, sin embargo, las obras de mediano o gran tamaño se concentran en manos de unas pocas promotoras detrás de las que están fondos de inversión, y los pocos promotores individuales que sobrevivieron a la crisis se limitan a la construcción de promociones de muy pocas viviendas unifamiliares.