Domingos Sampedro
El ex secretario xeral del PSdeG y todavía portavoz parlamentario, Gonzalo Caballero, llevó ayer al límite su confrontación con la persona elegida por los militantes para sustituirlo como líder del partido, Valentín González Formoso, al que acusa de actuar «como o cabalo de Atila», del que se decía que a su paso no dejaba crecer la hierba, por no tener hacia él ningún gesto de integración tras perder las primarias. Con la actitud de máxima hostilidad hacia el nuevo líder orgánico, Caballero se ata una piedra al cuello, se sitúa en los bordes del partido y se incapacita a sí mismo para seguir siendo la voz de los socialistas en el Parlamento.