Solo Jácome podría dejar a Jácome sin la alcaldía

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Jácome, durante un pleno celebrado el pasado octubre.
Jácome, durante un pleno celebrado el pasado octubre. Agos Iglesias

El PP está resignado a gobernar con el alcalde de Ourense hasta el 2023 y toda posibilidad de una moción de censura está descartada

28 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome (Ourense, 1969), que gastó más de 20.000 euros en los conciertos tributo de ABBA y Michael Jackson en los magostos, anunció esta semana que el Ayuntamiento retirará la financiación de dos festivales teatrales emblemáticos en la ciudad. Uno lleva celebrándose 26 años, y el otro, 17. Sus socios de gobierno del PP se oponen, pero la política ourensana se ha convertido en un callejón sin salida.

Dicen los organizadores de esos festivales que Jácome ordenó retirar las subvenciones que recibían porque participaron activamente en la manifestación que la semana pasada protagonizó la plataforma SOS Ourense. El colectivo, que aglutina a 70 colectivos vecinales, culturales y ecologistas, reunió a miles de personas en las calles de la ciudad para denunciar la «desfeita» en la que se ha convertido la gestión del Concello. Le reprochan al alcalde el cierre del Museo Municipal, el vaciado de contenido de la Universidade Popular o la demora en la reapertura de las termas públicas.

Todos esos asuntos han provocado discrepancias entre Jácome y el PP, al igual que la decisión de querer pagar con dinero del área de Igualdad la participación de una corredora de Baréin en la carrera popular de San Martiño. Pero, pese a todo, los populares se han resignado a gobernar con él hasta que se celebren las próximas elecciones, en mayo del año 2023. Defienden que, de ese modo, al menos en sus responsabilidades de gestión se podrán impulsar proyectos de interés para la ciudad.

La oposición, sin embargo, no lo está poniendo fácil. PSOE y BNG han bloqueado la rebaja del 40 % en el impuesto de vehículos que propuso el gobierno municipal y han rechazado en tres ocasiones el cambio de uso de la parcela de la vieja estación de buses para que la Fundación Amancio Ortega pueda construir allí la residencia de ancianos prometida en Ourense. Socialistas y nacionalistas han formado un bloque junto a los díscolos de Democracia Ourensana (DO) que suma la mayoría absoluta del pleno, pero el voto de los exediles de DO no contaría en una eventual moción de censura, por lo que el único modo de forzar el relevo de Jácome es un acuerdo entre PP y PSOE.

Ambas fuerzas lo intentaron cuando, en septiembre del año 2020, los populares se fueron del gobierno por las acusaciones de parte de los concejales de Democracia Ourensana contra Jácome en relación a irregularidades en la gestión económica del partido. La negociación llegó a un callejón sin salida cuando el PP puso como condición que el alcalde no fuese el portavoz local del PSOE, Rafael Rodríguez Villarino, a quien le exigían dejar la vida política. Aquello fracasó y, aunque ahora el nuevo secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, obligase al líder ourensano a irse, el PP ya no estaría dispuesto a entregar la alcaldía a sus rivales políticos cuando falta solo año y medio para las elecciones.

Así pues, solo Jácome puede echar a Jácome. Y no piensa hacerlo. No dimitió cuando se fueron más de la mitad de sus concejales ni cuando el PP rompió con él. Ni dimitiría ahora si los populares volviesen a irse del gobierno. Ya advirtió, de hecho, que no dejaría el cargo ni siquiera si es procesado por la querella que la Fiscalía ha presentado contra él por malversación. Hay, por lo tanto, Jácome para rato.