La policía entrega al juez un vídeo en el que los detenidos por matar a Samuel aparecen armados con machetes y bates

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Traslado al juzgado de unos de los primeros detenidos por el crimen de Samuel.
Traslado al juzgado de unos de los primeros detenidos por el crimen de Samuel. Marcos Míguez

Los investigadores recuerdan que el joven murió por los golpes en la cabeza, no por agresión con armas

03 dic 2021 . Actualizado a las 15:56 h.

Los investigadores de la Policía Nacional han entregado al magistrado del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña un vídeo en el que varios de los detenidos por la paliza mortal a Samuel Luiz aparecen portando machetes, bates y navajas mientras se escucha de fondo una música de rap, según las fuentes consultadas por Efe. Este vídeo fue extraído de uno de los teléfonos móviles incautados a los detenidos por el crimen, cometido a la salida de un local de ocio nocturno en la madrugada del pasado 3 de julio en pleno paseo marítimo de Riazor. El comisario que dirige la investigación, Pedro Agudo, dijo a La Voz que no puede confirmar ni desmentir la existencia de ese vídeo, pero sí reconoció que su equipo analizó miles de imágenes y numerosa información procedente de los móviles de los detenidos y que todo ese material ha sido depositado en el juzgado. 

Aunque en el vídeo, del que no ha trascendido la fecha de grabación, aparecen esas armas, el comisario recuerda que Samuel Luiz murió a consecuencia de un fallo multiorgánico provocado por los puñetazos y patadas que recibió en la cabeza. De hecho, los investigadores no han podido acreditar la presencia de armas durante la agresión. 

Más de 15.000 imágenes pendientes

A pesar de que la Policía Nacional dio por cerrado el grueso del caso cuando entregó el atestado con el último de los detenidos, lo cierto es que los investigadores continúan realizando indagaciones para concretar la participación de cada uno de los arrestados en la paliza. De hecho, en este momento se está analizando la documentación encontrada en el teléfono móvil del último detenido por el crimen, Alejandro M.R., de 25 años. «Se están revisando más de 15.000 imágenes de su móvil», explican las fuentes consultadas. 

El séptimo detenido, en libertad 

El último detenido por el crimen de Samuel Luiz quedó en libertad el pasado 2 de noviembre después de que la Audiencia Provincial de A Coruña no apreciase riesgo de fuga ni de alteración de pruebas por su parte. Así lo argumentaron los magistrados en el auto de puesta en libertad notificado a las partes y en el que se explican las razones por las que Alejandro M.R., de 25 años, ha quedado libre después de permanecer en la cárcel desde el pasado 29 de septiembre. La Audiencia atiende así el recurso de apelación contra la medida de prisión provisional presentado por el joven, que está defendido por el penalista coruñés Manuel Ferreiro.  

Pero en el auto, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña también valora el grado de participación del detenido en la paliza que acabó con la vida de Samuel Luiz, de 24 años, la madrugada del pasado 3 de julio en A Coruña. En ese punto destaca que los investigadores de la Policía Nacional atribuyen al joven «una posición de apoyo a quienes materializaron la brutal agresión», pero no determinan que haya cometido «acto alguno de ataque sobre la víctima». Ese es otro de los motivos fundamentales por los que el tribunal provincial le ha impuesto otras medidas menos gravosas que la de la prisión provisional.

Tras quedar en libertad, el joven tendrá que comparecer cada semana, y siempre que sea citado, en la sede del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, que es el que instruye la causa por el crimen de Samuel. La Audiencia, que lo mantiene imputado por asesinato, también le prohíbe salir del territorio nacional y le retira el pasaporte. 

Los magistrados explican en el auto que ellos se limitan a decidir sobre la situación personal del imputado y no entran a valorar el contenido y suficiencia de los indicios racionales de criminalidad existentes en este caso, que «deberán ser valorados en un posterior momento procesal. Explican que en este momento no se trata de analizar la gravedad de los hechos que se instruyen ni la futura imputación que se le aplique al investigado, sino «la necesidad y la proporcionalidad de la adopción de la medida de prisión provisional».

Los jueces entienden que son nulas las posibilidades que Alejandro M.R. tiene de frustrar «el normal impulso y concreción de la causa» mediante la alteración de las fuentes de prueba. Tampoco detectan riesgo de fuga, pues aseguran que «parece improbable que, tras varios meses sin ser involucrado en los hechos como partícipe, ahora opte por sustraerse a la acción de la Justicia, tras haber gozado de plena libertad para hacerlo y ante una imputación todavía difusa». Contra este auto de libertad no cabe presentar recurso.

Alejandro M.R. había sido encarcelado por orden del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña que, al contrario que ahora la Audiencia, sí había apreciado riesgo de fuga del joven, detenido casi tres meses después de la paliza mortal. Al quedar en libertad, se encuentra en la misma situación que Kathya, la única mujer implicada en la causa y a la que también se le impusieron medidas cautelares. Los otros cinco jóvenes detenidos por el crimen, todos varones, siguen privados de libertad. Tres de ellos, Diego Montaña, Alejandro Freire y Kaio Amaral, están recluidos en la cárcel, mientras que los dos menores implicados en el caso permanecen en un centro especializado.

El joven puesto en libertad fue detenido después de que los investigadores de la Policía Nacional analizasen con detalle las imágenes de las cámaras existentes en la zona en la que se produjo la paliza mortal, en pleno paseo marítimo de Riazor. La calidad de los vídeos fue mejorada por una empresa especializada de A Coruña que aplicó técnicas de tratamiento de imágenes. La defensa del joven había alegado la situación de indefensión de su cliente ya que nadie les entregó la prueba del vídeo mejorado.