Los transportistas cierran filas contra los peajes y dicen que ya pagan 19.000 millones al año para carreteras

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

Argumentan que aportan esa cantidad a través de impuestos al combustibles, IVA, matriculación o circulación

16 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los transportistas gallegos rechazan tajantemente la imposición de peajes en las autovías del país y advierten que el cobro de una tasa por circular será un duro golpe para la industria y las empresas gallegas y una «carga que se dejará en herencia a las siguientes generaciones». La Federación Gallega de Transportes de Mercancías teme que al final se acabe imponiendo una tasa alta, que según sus indicios podría llegar a 9 céntimos por kilómetro para vehículos ligeros y 19 para pesados, lo que representaría un coste de 120 euros entre A Coruña y Vigo con Madrid. «El sector del transporte ya paga 19.000 millones de euros al año a través de los impuestos a los combustibles, IVA, matriculación o circulación, entre otras cosas para mantenimiento de la red viaria, cuando para tal fin no hace falta ni el 10 % de esa cantidad», señala el presidente de Fegatramer, Ramón Alonso.

«Gastan más de lo que recaudan, por eso ahora quieren cobrar por utilizar unas carreteras que en su mayoría cuentan con más de 30 años de antigüedad que ya están pagadas, amortizadas y antes incluso mejor mantenidas que ahora», añade Alonso, que ve en la posibilidad del cobro por uso una fórmula que «castigará» especialmente a los gallegos por la distancia que deben de recorrer para colocar su mercancía en los principales mercados. «Es que no solo es llevar la leche a Madrid, por ejemplo. Es ir a las granjas, trasladar la leche a las plantas envasadoras, a los almacenes de distribución después, unos movimientos que habrá que pagar también y que encarecerán nuestra producción dejando de hacerla competitiva», añade el presidente de la federación del transporte.

El sector rechaza la implantación de la viñeta, como cuota temporal que permitiría usar las vías libres de peaje; las autopistas que aún lo mantengan, como la AP-9, no entrarían en ese sistema. «Me niego a pagar más, esto es un saco sin fondo», asevera Alonso.