La implantación de peajes en las autovías se convierte en asunto de crispación entre Gobierno y la oposición

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, en el Congreso
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, en el Congreso FERNANDO ALVARADO

La ministra de Transportes asegura que de momento no hay ninguna decisión tomada

10 nov 2021 . Actualizado a las 21:24 h.

El Congreso de los Diputados no propiciará consensos sobre la implantación de peajes en las autovías a tenor de los reproches cruzados ayer entre Gobierno y oposición. La comparecencia solicitada por el presidente del Gobierno para dar cuenta de su participación en las últimas cumbres europeas se convirtió en un clamor por parte de PP y Vox contra estos peajes, a los que ya había mostrado su rechazo con anterioridad Unidas Podemos. El presidente del PP, Pablo Casado, advirtió que «no caben en más impuestos al volante», mientras Santiago Abascal aludió a la tarificación por uso de las autovías como un agravio a la «España despoblada». Sus respectivos partidos aludieron reiteradamente a la carga impositiva que representarán dichos peajes. También el BNG, a través de su diputado, Néstor Rego, definió el cobro en las autovías como una «medida antisocial y antigallega que se pretende camuflar como una iniciativa ecologista». Rego reclamó, en cambio, el rescate de la concesión de la AP-9 para cumplir el dictamen con el que la Comisión Europea estima que la prórroga de 25 años concedida a Audasa vulnera la normativa comunitaria.

Desde el Gobierno no se contestó a ninguna de las múltiples preguntas y alusiones que en la sesión se hicieron a los peajes proyectados para las autovías, pero en una intervención ya en el turno de control al Ejecutivo, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, aseveró que no hay ninguna decisión tomada todavía. Tras volver a reiterar que presentarán diversas propuestas para su debate a partidos políticos, autonomías y sector del transporte antes de acordar nada, la ministra indicó que el Gobierno ha liberado de peajes 1.029 kilómetros, extensión que elevó a 1.400 con bonificaciones como las de AP-9 o las rebajas del 30 % aplicadas a las tarifas de las autopistas quebradas.

Por otra parte, la UE ya le ha puesto plazo para poner fin en dos años al sistema de viñeta con el que algunos estados gravan el uso de las vías de alta capacidad por los vehículos pesados. Bruselas aboga por implantar peajes que varíen según los kilómetros recorridos siguiendo el principio de que «quien usa paga». La viñeta a los camiones, en uso en una docena de países del continente, es una tarifa plana sin límite de kilómetros con vigencia temporal de días, meses o anual.