Fue miembro del gobierno de la Xunta, parlamentario, profesor y funcionario, y sigue pensando que Galicia tiene en el campo un potencial que aún no ha desarrollado en toda su extensión
04 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los ochenta fueron años decisivos en Galicia. En lo político, la autonomía echó a andar, y antes del fin de esa década había sido escenario de una moción de censura; en lo social, se pusieron en marcha las universidades de A Coruña y de Vigo y se crearon campus en el resto de las principales ciudades. En esos dos pilares se apoyó la trayectoria pública de Francisco Sineiro (Santiago de Compostela, 1949). Fue conselleiro de Agricultura de 1987 a 1990 en el Gobierno tripartito de Fernando González Laxe, y parlamentario autonómico en cuatro legislaturas (1989-2005), además de profesor de Economía Agraria en la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo (USC).
Esa dimensión fue, en cierto modo, una continuación de la anterior, la de un ingeniero agrónomo que cursó estudios en la Universidad Politécnica de Madrid y que trabajó en el Ministerio de Agricultura antes de incorporarse a la Xunta. El campo fue, pues, el escenario al que dirigió acciones y reflexiones. Sineiro no duda del potencial del medio rural gallego, pero tampoco deja de señalar carencias: «Por que non desenvolvemos ese potencial?», se pregunta.
La falta de valor añadido de los productos agrícolas, ganaderos e incluso forestales es una cuestión que cita como asignatura pendiente cuando se le pregunta su impresión por el campo gallego del siglo XXI. «A agricultura é importante pola xestión do territorio e pola seguridade alimentaria», afirma Sineiro, que cree que el abandono del campo requiere más medidas concretas que eslóganes, vengan de un lado o de otro del arco político: «O medio rural necesita servizos», dice.
«O medio rural necesita servizos»
Su condición de técnico y de docente le permite esas reflexiones, aunque como conselleiro y como diputado también tuvo ocasión de exponer puntos de vista y de tomar medidas concretas. El salto a la política fue, en su caso, un paso consciente, anterior a la etapa autonómica, no una maniobra oportunista: «Son da xeración do final do franquismo e tomei compromiso cando a política estaba prohibida. Metinme en política por idealismo, pensando en poder cambiar as cousas», reflexiona.
Aunque la política tiene una parte de discusión que no se da en despachos o en aulas, Sineiro recuerda que intentó aplicar criterios racionales a sus planteamientos, presentándolos «para ser debatidos, en plan positivo». Reconoce como una satisfacción que recibe muestras de gratitud por su trabajo de gente que seguramente no votaba al PSOE, si bien subraya que le interesan más los razonamientos que los clichés y los eslóganes. Eso ayuda a explicar que la lectura sea hoy una de sus principales tareas y que cuestione con buen humor su condición de jubilado: «Estou ocupado noutras cousas», dice.
Fui
Funcionario del Ministerio de Agricultura y de la Xunta, conselleiro, diputado autonómico y profesor
Soy
Estoy jubilado y vivo en A Coruña
