El Sergas retendrá a unos 770 sanitarios de los 1.200 que contrató para el covid

GALICIA

Los contratados por la pandemia se centraron en los procesos de vacunación y en los cribados
Los contratados por la pandemia se centraron en los procesos de vacunación y en los cribados Oscar Vázquez

Se mantendrán refuerzos en laboratorios, urgencias o atención primaria, una vez superada la emergencia por las que se les fichó. Los sindicatos creen que siguen siendo necesarios

28 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En diciembre del año pasado, con la puesta en marcha del llamado Plan de Continxencia Covid de Recursos Humanos, la Consellería de Sanidade formalizó 1.200 contratos de emergencia por la pandemia. Fundamentalmente eran para personal de enfermería, pero también técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, personal de gestión y servicios, técnicos superiores e incluso algún facultativo. El aluvión de trabajo derivado del covid era evidente: no solo se acercaba la tercera ola después de las fiestas navideñas, la más grave en número de casos hasta el momento, sino que se iniciaba la vacunación masiva contra el coronavirus.

Actualmente ya no están en vigor estos 1.200 contratos, pero sí la mayoría. ¿Y qué ocurrirá con ellos? Las voces de alarma empezaron a oírse a principios de esta semana, y no solo en Galicia: con el fin de los contratos para el covid -algo lógico, ya que la situación de emergencia ha finalizado- cientos de trabajadores volverán a las listas de contratación a esperar una sustitución, pese a meses de esfuerzo y excesos de jornada para cubrir, sobre todo, la vacunación.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, reveló en el Parlamento de Galicia que trabaja con el objetivo de retener al 80 % de los trabajadores contratados de manera adicional durante la pandemia. Lo hizo frente a las acusaciones de Gonzalo Caballero, que reprochó al Gobierno gallego que iniciara el curso despidiendo a cientos de profesores y de profesionales en la atención primaria. Feijoo negó la mayor del socialista y reivindicó que Galicia se ha marcado el objetivo de «manter ao 80 % de todo o persoal sanitario contratado durante a pandemia».

Los contratos a prorrogar serían, en caso de tomar como referencia los 1.200 del plan de contingencia, unos 960. Pero la Consellería de Sanidade matizó después estas cifras, ya que no sería el 80 % del total, sino de los contratos que siguen en vigor actualmente. Y sumándolos todos: 120 llamados de continuidad, que finalizan en diciembre y tienen vigencia de un año; 640 contratos de seis meses por emergencia; y otros 203 de refuerzo frente al covid, que se renuevan por meses y concluyen entre octubre y noviembre. Serían unos 960, por lo que el 80 % se correspondería con 770, una cifra estimada, ya que se ha preguntado a los centros por sus necesidades concretas de personal, y los responsables del Sergas todavía están estudiando estas peticiones. De hecho, los sindicatos no saben cuántos trabajadores ni en dónde van a ubicarse. Pero la Xunta entiende que tras analizar la situación de los circuitos del covid en urgencias, las plantas con enfermos de coronavirus, la realización de pruebas, vacunación y cribados, podrá garantizarse este 80 %.

Ahora mismo se está llevando a cabo ese análisis, y de hecho se mantendrán las guardias de microbiología, de medicina preventiva, el personal técnico para el refuerzo de pruebas en los laboratorios de microbiología, los circuitos respiratorios en urgencias, la vacunación contra el covid en el ámbito de primaria, los refuerzos en las unidades de cuidados intensivos o en las plantas de covid. Parte del personal de enfermería que estaba en los centros de vacunación masiva ya ha sido trasladado a los ambulatorios donde se está administrando la tercera dosis de la vacuna contra el covid.

Fuera de la situación de emergencia

Los trabajadores que el Sergas mantenga en el sistema ya no tendrán un contrato de emergencia, como se denominaron en diciembre, sino de gestión de pandemia. En la práctica, la vinculación será similar, pero con otra denominación, teniendo en cuenta que Galicia ha salido de la emergencia sanitaria. A la espera de que se concrete todo, se espera que la mitad de los sanitarios que el Sergas retendrá serán personal de enfermería, pero también habrá un número considerable de auxiliares de enfermería y, en menor medida, de personal de gestión y servicios y técnicos superiores.

Los contratos del covid sirvieron para reforzar muchos servicios que se vieron desbordados durante la pandemia. Por ejemplo, los laboratorios de microbiología, las urgencias, las ucis o la atención primaria. Este personal realizó también tareas de cribado y de vacunación -hay casi 2,3 millones de gallegos con pauta completa, lo que implica dos pinchazos, y en algunos casos tres-.

Hace unos días, el sindicato CSIF cifraba en 50.000 el número de sanitarios que aún estaban en las distintas comunidades como refuerzo del covid y cuya continuidad está en el aire, al finalizar sus contratos este año. Esta central entiende que, pese a que la crisis del coronavirus parece estar controlada a nivel asistencial, hay necesidades en atención primaria y hospitalaria para ubicar a estos trabajadores.

Pero terminado lo peor de la pandemia, los sindicatos entienden que se rescindan los contratos del covid, creados específicamente para una situación de emergencia, pero no que se prescinda del personal, más que necesario en hospitales y centros de salud. Javier González, secretario xeral de sanidad de Comisiones Obreras, afirma que la semana pasada la Administración les adelantó que en un principio no se iban a renovar a los contratos y ahora están a la espera de que los convoquen para detallarles «que vai pasar». Para González, los trabajadores son más que necesarios. En la sanidad gallega «hai cabida para todos e aínda haberá falta de persoal», explica.

Que terminen los contratos del covid, «que é lóxico que acaben», no quiere decir que estos sanitarios dejen de trabajar: «Hai moitos servizos onde fan falta, sobre todo en atención primaria». Hay que tener en cuenta, recuerda, que estos meses la lista de enfermería para hacer sustituciones estaba vacía.

También María Xosé Abuín, de la CIG-Saúde, entiende que todos estos trabajadores contratados en el plan de contingencia son imprescindibles: «Hai xente que aínda ten días pendentes do 2020 e do 2021 porque non puido collelos polo covid».

Abuín lamenta que la política del Sergas no permita a los trabajadores una planificación previa y desconoce a cuántos sanitarios se va a recolocar y cómo. El personal que no retenga el Sergas pasará a las listas de contratación, que en el caso de enfermería, por ejemplo, no tenía trabajadores a los que recurrir.

Sanidade cambia el criterio para clasificar los centros sanitarios después de veinte años y establecerá dos niveles

Todos los centros sanitarios de Galicia, los públicos y los concertados, deben estar acreditados por la Consellería de Sanidade. Es decir, deben cumplir unos ciertos requisitos. En realidad, son cientos de indicadores que miden la organización, la gestión y formación del personal, la asistencia al paciente, y el respeto de sus derechos, la continuidad de la atención o la seguridad del enfermo, entre otros. Ningún centro privado puede trabajar para el Sergas sin esta acreditación, y los públicos, deben adecuarse a esta norma de forma obligatoria.

La Xunta contaba con un decreto del año 2001 para acreditar a los establecimientos sanitarios, pero este se basaba en estándares de carácter estructural o en medir los recursos. Por ello, veinte años después Sanidade prepara una nueva norma que evalúa todos los procesos sanitarios, desde la asistencia hasta los riesgos sanitarios, pasando por la gestión de la información. Y como novedad establece dos niveles, básico y superior, que se asignarán a los centros en función del porcentaje de indicadores que cumplan. Así, los que estén en el intervalo de entre el 55 y el 75 % de los parámetros tendrán la categoría de básicos. Si cumplen más del 75 % pasarán a ser calificados como superiores.

El objetivo de este cambio, apunta la Xunta, es «perseguir y estimular la excelencia». La acreditación tiene un período de vigencia de cuatro años -después debe renovarse- y el plazo máximo para notificarla será de seis meses. En el caso de los centros privados que no tengan concierto con el Sergas, esta acreditación es voluntaria.

No obstante, hay tipos de establecimientos excluidos del decreto, y que, por tanto, no tienen que pasar por este proceso, como son las oficinas de farmacia, servicios de protección radiológica, consultas médicas particulares y de otros sanitarios, servicios de prevención de riesgos, centros de interrupción voluntaria del embarazo y los destinados a la extracción y trasplante de órganos y tejidos.

¿Qué se mide?

Aunque hay cientos de ítems, estos son algunos de los que se miden a la hora de lograr la acreditación: que exista un proceso de identificación inequívoca de los pacientes; que haya un facultativo responsable del paciente, claramente identificado, que será el interlocutor principal en todo el proceso asistencial; que se respete la intimidad del enfermo en urgencias; o que en el momento de hospitalizar al paciente se le entregue un documento con sus derechos y deberes.